A la hora de comprar un teléfono móvil, tan sólo en un 7 por ciento de los casos la marca de la terminal es el factor determinante. Por el contrario, el criterio más importante que tienen en cuenta los consumidores es el precio, en un 49 por ciento de las ocasiones. Esto es lo que se desprende de un reciente estudio realizado por la consultora británica WDSGlobal. También pone de relieve las dificultades de los usuarios para utilizar los servicios más comunes, como configurar la terminal para conectarse a Internet o para trabajar con el e-mail.
El diseño de las terminales cada vez es más homogéneo. De hecho, en cuanto que un modelo atractivo triunfa en el mercado, el resto de los fabricantes rápidamente sacan versiones muy parecidas. Es un negocio muy competitivo, en el que resulta complicado diferenciarse. Esto, unido a las políticas de subvenciones de terminales que llevan a cabo los operadores, está teniendo un impacto negativo en el valor que dan los consumidores al diseño de un teléfono.
Según el informe de WDSGlobal, solamente un 10 por ciento de los consumidores elige un teléfono móvil basándose en el diseño del aparato. Por el contrario, las aplicaciones y las funciones de la terminal son mucho más apreciadas por los usuarios. Esto significa que el aspecto del móvil queda relegado -al fin y al cabo casi todos parecen iguales- y cobra especial relevancia lo que permite hacer el teléfono. En realidad, un 34 por ciento de los encuestados mencionó que la funcionalidad era el factor determinante a la hora de comprar un móvil.
Las dificultades de uso conllevan el abandono del servicio (e-mail, conexión a Internet”¦); en un 8 por ciento de los casos sin intentar encontrar una solución. Además un 29 por ciento de los entrevistados consideró que los servicios de atención al cliente resultan ineficaces para solventar los problemas técnicos.
La consultora WDSGlobal concluye explicando que la clave para lograr la fidelidad a una marca consiste en controlar toda la experiencia del consumidor: desde la fase del deseo inicial, pasando por la experiencia en el punto de venta y por la facilidad de configuración del móvil una vez sacado de la caja, hasta la accesibilidad de los servicios móviles y el servicio postventa. Y esto es tarea tanto de los fabricantes de terminales como de los operadores móviles.
Vía: WDSGlobal
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