Dime con quién vas y te diré quién eres. El viejo refrán podría sustituirse fácilmente por un Dime qué móvil tienes y te diré qué pie calzas. O de qué pie cojeas, según como se mire. Pues bien, ésto es lo que ha hecho un dibujante para describir la calaña de los usuarios que utilizan un smartphone, es decir, de cada uno de estos teléfonos móviles inteligentes que tanto se han puesto de moda. Y aunque son de lo más útiles, sobre todo a la hora de conectarnos a la Red, en algunos casos el teléfono inteligente se convierte en un signo que va más allá de lo funcional.
Y es que los móviles, al igual que los coches, las joyas o la ropa, también se han convertido en un símbolo que puede indicar el estado de nuestro bolsillo, nuestras preferencias tecnológicas o incluso un nivel de esnobismo preocupante.
¿Y qué hay sobre los usuarios del iPhone? Seguro que ya tienes un perfil más o menos hecho en tu cabeza. Un perfil que seguramente coincide con el que ha representado el dibujante. Lo malo llega cuando se muestra la ilustración de cómo realmente cree que es el usuario de un iPhone. No hay que obviar que el teléfono de Apple representa lo moderno, aunque a veces la parte pragmática quede relegada al olvido. Pero aquí hay opiniones para todos los gustos. Porque en la tira cómica también se representa la impresión que tienen los usuarios de Android y de Blackberry sobre los que utilizan el iPhone. Queda claro que el dispositivo de Apple está hecho para los más jóvenes y cómo no, para los incondicionales de Steve Jobs y su flamante iPad.
Pero aquí hay para todos. ¿Piensas que los usuarios de Android son unos auténticos frikis? ¿O imaginabas un perfil más cercano al de un currante moderno? Lo cierto es que ellos se ven como verdaderos Einsteins de la tecnología, aunque en realidad aparecen representados como si fueran lo más normal que existe en el panorama. O no. El caso es que los chicos de Blackberry no salen mejor parados. Si no los pintan como snobs o ejecutivos agresivos de éxito, aparecen representados como usuarios antiguos, y en el peor de los casos, como dinosaurios anclados en el pasado. ¿Y tú, ya has pensado como eres?
