Papa Noel dejó en el calcetín de Apple jugosas cifras por Navidad. Y decimos esto porque el 25 de diciembre los de Cupertino cerraron sus cuentas para el último trimestre de 2010, y lo hicieron presentando un balance más que positivo: más de 26 mil millones de dólares en ingresos que proceden en gran medida de las ventas de sus dispositivos estrella. Nos referimos a los cacharretes con los que hicieron tambalear el mercado el año pasado: el iPhone 4 y el iPad.
Más allá de problemas, averías y ausencias en estos dispositivos, lo cierto es que se vendieron como churros. En concreto, entre ambos Apple consiguió endosar más de 23 millones de unidades a otros tantos usuarios (o a menos, ya que habrá quienes dividan su tiempo entre el manzanófono y el tablet). Siendo así, se entiende que Apple haya arrojado unos beneficios netos de seis mil millones de dólares (4,43 mil millones de euros, al cambio actual) sólo durante los meses comprendidos entre octubre y diciembre.
Si hacemos balance sobre las unidades que vendió cada dispositivo, veremo que el saldo es bastante favorable en el reparto a ambos cacharritos. El iPhone 4 consiguió vender en ese periodo más de 16 millones de unidades del teléfonos que fue centro de la polémica por el controvertido diseño de las antenas y la torpe respuesta del fabricante a este asunto. No obstante, parece que esto no resultó ser tan determinante para limitar las ventas del que probablemente haya sido el modelo más revolucionario desde la aparición del primer modelo de iPhone.
Por si parte, el iPad cerró el último trimestre de 2010 confirmando su liderato en un mercado tan escaso en competencia como el de los tablets durante el pasado año. Aún así, los 7,33 millones de dispositivos vendidos en los tres últimos meses del año otorgan brillo y lustre a un año en que Apple ha sabido cómo abrir un mercado que estará muy reñido durante 2011.
