La autonomía suele ser uno de los aspectos más discutidos de cualquier teléfono inteligente. Entre las cifras oficiales, las cifras de las primeras pruebas de los medios y las cifras de los usuarios puede llegar a haber enormes diferencias de autonomía, y en muchos casos se trata de resultados completamente reales que tienen su respectiva explicación. El principal motivo de estas diferencias se debe a que en la autonomía de un móvil influyen muchos factores, y en esta ocasión vamos a tratar de conocer todos los factores que pueden llegar a marcar una diferencia incluso de varias horas en la autonomía de un teléfono inteligente.
Qué factores influyen en la autonomía de un móvil
1. – La temperatura
Por regla general, a mayor temperatura tenga el móvil mayor será el consumo de batería. Resulta imposible controlar la temperatura ambiente en la que se utiliza un móvil, pero lo que sí está en nuestras manos es evitar que el móvil se caliente más de lo necesario debido al uso de fundas de silicona y accesorios similares. Una funda que no permite la correcta refrigeración del móvil acaba por no solamente incrementar el consumo de batería, sino que también puede llegar a ocasionar problemas de rendimiento y de fluidez en el terminal. Por ello, debemos tratar de utilizar únicamente fundas oficiales o fundas que permitan una buena refrigeración del móvil.
Además, otros hábitos tales como colocar el móvil en un soporte en la luna frontal del coche también exponen a nuestro móvil a un mayor consumo de batería debido a la enorme cantidad de calor que se almacena durante la conducción en esa parte del coche.
2. – Las conectividades inalámbricas
El Bluetooth, el WiFi, los datos 3G/4G LTE y el GPS son los mayores responsables del consumo de batería de un móvil. Debemos tratar de utilizar lo menos posible estas conectividades, y de hecho si tenemos la posibilidad de ello lo más recomendable es que activemos el modo avión para así asegurarnos de que todas estas conectividades quedan desconectadas hasta que no quitemos esta opción.
3. – El brillo de la pantalla
El nivel de intensidad del brillo de la pantalla de nuestro móvil marca una diferencia significativa en el número de horas de autonomía que podemos obtener de una batería. El consejo más habitual en relación a este aspecto suele ser el de activar el brillo automático (de forma que el móvil regula por sí mismo el nivel de brillo), pero para conseguir un ahorro absoluto de batería lo ideal es reducir al mínimo el nivel de brillo para después elevarlo única y exclusivamente cuando necesitemos visualizar la pantalla en zonas exteriores expuestas a la luz del sol.
4. – Procesos en segundo plano
Por mucho que tratemos de controlar el uso de nuestro móvil para intentar ahorrar batería, basta con que exista algún proceso en segundo plano para que el consumo de la batería se dispare sin que seamos realmente nosotros los que hacemos uso del móvil. En el caso de Android existen trucos como desactivar las animaciones de las aplicaciones o cerrar aplicaciones en segundo plano, mientras que en el caso de iOS tenemos trucos como el de desactivar las actualizaciones automáticas de las aplicaciones. Estos pequeños cambios pueden suponer un importante aumento en la autonomía de nuestro móvil, lo que se traduce en un mayor número de horas de uso del terminal sin necesidad de que tengamos que pasar por el cargador.
5. – El uso
La autonomía de un móvil durante la reproducción de música puede llegar hasta varias decenas de horas, mientras que la autonomía de un móvil con un uso centrado en la reproducción de vídeos en alta definición rara vez llegará a una jornada completa. En este apartado no podemos hacer nada para cambiar el consumo de batería, y simplemente debemos tenerlo en cuenta en el momento en el que veamos que la autonomía que obtenemos con nuestro terminal no coincide con las cifras oficiales o con las cifras que proporcionan algunos medios en sus pruebas.
