Uno de los retos principales a los que se enfrenta la fotografía móvil es la captura de imágenes de noche o con condiciones muy complicadas de iluminación: las fotografías tomadas con el smartphone pueden salir movidas o borrosas, excesivamente oscuras o incluso «quemadas» por focos de luz potentes, como ocurre por ejemplo con la iluminación que presentan algunos monumentos y edificios de noche.
Tanto el Samsung Galaxy S7 como el Samsung Galaxy S7 Edge incorporan la tecnología Dual Pixel Sensor (utilizada por lo general en cámaras profesionales) para obtener fotografías de gran calidad en condiciones de poca luz o de noche. En concreto, la cámara principal de estos smartphones cuenta con una lente F1,7, píxeles grandes (de 1,4 um) y un sistema de detección por fase basado en dos fotodiodos que trabajan de forma independiente y que son capaces de utilizar todos los píxeles del Dual Pixel Sensor.
El resultado es una capacidad de enfoque realmente rápida (el Samsung Galaxy S7 y el S7 Edge enfocan hasta cuatro veces más rápido que el Samsung Galaxy S6), y un 95% más de luminosidad en comparación con el Samsung Galaxy S6.
De ruta nocturna por Toledo con un Samsung Galaxy S7
Una buena manera de sacar partido a las características de la cámara principal del Samsung Galaxy S7 es fotografiar edificios y monumentos iluminados por focos, desde la puesta de sol y por la noche. Los resultados que se pueden obtener son bastante llamativos, incluso con muchas nubes o bajo la lluvia.
Así se veía Toledo desde la cámara del smartphone del Samsung Galaxy S7, poco después de la puesta de sol y con la iluminación de los edificios recién encendida:
Desde el mismo mirador, y a pesar de que cada vez hay menos luz, se puede obtener una calidad muy buena incluso trabajando con mucho zoom. Es interesante el contraste que hacen las luces del Alcázar de Toledo con el resto de edificaciones. La luz de las farolas no interfiere con el resto de la imagen.
Sigue anocheciendo y es posible capturar el Puente de San Martín iluminado con un bonito contraste con las nubes que cubren el cielo oscuro. Ajusté manualmente el brillo para compensar lo mejor que pude la diferencia de iluminación entre el puente y el Monasterio de San Juan de los Reyes: este edificio queda quizá un poco «quemado», pero me interesaba destacar el detalle del cartel luminoso proyectado en la muralla.
Un poco más abajo, mirando al río, se puede obtener un interesante juego con las luces que apuntan al agua y con la parte del puente que queda dentro del cuadro a la izquierda.
También quise comprobar cómo afectan las fuentes pequeñas de iluminación (como farolas o faros de coches) a la iluminación global de la fotografía. Podéis comprobarlo en estas dos tomas con y sin coche: en ambos casos la lente es capaz de respetar la calidad y se aprecia perfectamente el Puente de San Martín iluminado al fondo.
Y aquí dejo un detalle de las cadenas de la fachada del Monasterio de San Juan de los Reyes (tomé la fotografía desde abajo y con mucho zoom). Estaba lloviendo bastante pero no hay interferencia de las gotas de agua en la foto.
También me animé con fotos de detalles: no quedé muy satisfecha con la calidad de la fotografía de esta viga de madera, pero sí bastante contenta con las muñecas de un escaparate:
Por último, llega la prueba de fuego: la impresionante Catedral de Toledo, con su iluminación artificial, cuando ya es noche cerrada y llueve. Podéis ver la toma del edificio, el interesante juego de la luz en el agua de la fuente ”“el reflejo no es nítido porque las gotas de lluvia alteraban la superficie del agua) y por último un poco de experimentación con una panorámica.
¿Qué os parecen las fotografías nocturnas con la cámara del Samsung Galaxy S7 / Samsung Galaxy S7 Edge? Contadnos en los comentarios qué trucos utilizáis para obtener mejor calidad en condiciones de poca iluminación.