¿Cariño, has tendido la ropa? ¿Has sacado ya al perro? ¿Por qué ya no me besas como antes? ¿Es que tienes a otro? ¿Te suena todo esto? Si tienes pareja y encima te has casado, lo más probable es que estos sean algunos de los mantras que se repiten día sí, día también. Es la vida en matrimonio. Aaron Chervenak es un director y productor de fotografía que ha querido probar la trepidante experiencia de la vida en pareja, pero sin todos esos inconvenientes. ¿Y cómo lo ha hecho? Pues muy fácil, casándose con su iPhone. Dice que es el amor de su vida, así que el pasado 20 de mayo no se le ocurrió otra cosa que acudir a The Little Vegas Chapel (un famoso lugar en el que se formalizan matrimonios) para darle el sí quiero a su enamorado. Al principio, el propietario de la capilla, Michael Kelly, dudó un poco. Después pensó que no todos los días uno tiene la oportunidad de oficiar una ceremonia con un objeto inanimado, así que se atrevió con la boda. El vídeo del tecnológico enlace ha dado la vuelta al globo.
Pero, ¿es verdad todo esto? Lo cierto es que conociendo la trayectoria de Aaron Chervenak, uno puede imaginarse que estamos ante una ficción. Bueno, en realidad sí. Casándose con su iPhone, Chervenak quiere trasladar un mensaje a la sociedad. Nos vamos a dormir con nuestro móvil, consultando nuestro correo y redes sociales y nos despertamos con el smartphone justo al lado de nuestra cama. ¿No es lo más parecido a un matrimonio? De hecho, ¿es posible que por la mañana, antes de mirar a los ojos a tu pareja y decirle cuánto la quieres, hayas echado primero un vistazo a tu WhatsApp? ¿Mirar a los ojos? ¿Tú también te has olvidado de esa experiencia religiosa? Entonces tienes un problema y sí, probablemente, Chervenak no sea el único del mundo que en lugar de estar casado con alguien de carne en hueso, esté emparentado con su teléfono móvil. Y no nos extraña en absoluto. ¿Sabías que uno de cada cinco adultos jóvenes miran el móvil mientras practican sexo?
Lógicamente, estamos ante un matrimonio de postín, que el Estado de Nevada no puede reconocer como válido en ningún caso. Uno no puede casarse así, a la ligera, con un burdo objeto. Sin embargo, el amor está ahí y eso no hay quién se atreva a ponerlo en duda. No hay noticias sobre el lugar en el que disfrutarán de su luna de miel. Tampoco tenemos la menor constancia de si van a tener hijos. Sabemos, eso sí, que lo más probable es que este matrimonio se rompa dentro de muy pocos meses. Tal como lo lees. No hay que perder de vista que el próximo iPhone saldrá en septiembre y que, si la nueva novia es mucho más atractiva que la actual, Chervenak podría pedir el divorcio sin remordimientos y embarcarse en una nueva aventura amorosa por un año más.
Y tú, ¿a quién quieres más, a tu marido o a tu smartphone? Comparte tus filias y sentimientos en los comentarios. ¡Sin complejos! No se lo diremos a nadie…