Según el medio Digitimes, Apple estaría trabajando en la implementación del escaneo de iris en sus próximos iPhones. Se espera que la compañía presente nuevos teléfonos el próximo mes de septiembre, aunque estos aún seguirían contando con TouchID. Al parecer, los de Cupertino tendrían la intención de aplicar esta nueva tecnología en los dispositivos que lancen a partir del año 2018, una fecha bastante lejana y que no le posicionaría, ni mucho menos, a la vanguardia del sector. En cualquier caso, los rumores de Digitimes no siempre son del todo fiables, y como señalan desde 9to5Mac, este dato no contrasta en absoluto con el aportado por el analista de KGI, Ming-Chi Kuo, quien a principios de año aseguró que el escáner de iris llegaría al iPhone en 2017.
Sea cual sea la fecha elegida por la compañía, el caso es que parece que entre las intenciones de Apple está la de equipar a sus próximos terminales con escáner de iris, una funcionalidad que sí estará presente, según coinciden todos los rumores, en el próximo Samsung Galaxy Note 7, el que será uno de los principales rivales de su iPhone 7 Pro. Este escáner sustituiría al Touch ID con el objetivo de verificar la identidad del usuario, así como para poder hacer pagos a través de la Apple Pay. Y es que, si las huellas dactilares son una garantía de seguridad, el iris de nuestros ojos lo es aun más.
Si atendemos a los rumores habría que esperar hasta 2017 o 2018 para ver escáner de iris en un iPhone, por lo que la próxima generación de dispositivos seguiría incluyendo el famoso TouchID, para acceder por medio de la huella dactilar. Este año Apple estaría preparando tres versiones del teléfono. Una de ellas vendría a ser el tope gama (iPhone 7 Pro) e incluiría características de primera línea. Por ejemplo, se espera que integre una doble cámara, que llegue en hasta cuatro colores diferentes (sin las bandas de la conexión en la parte trasera) y sin jack de 3,5 milímetros para auriculares, que sería sustituido por otro tipo de conector. No hubiera estado nada mal que se incluyera en esta edición el escáner de iris. Según los rumores esto no será así y, como decimos, habrá que esperar.
En lo que respecta al resto de características, está previsto que de nuevo los tamaños de pantalla se respeten. De este modo, el iPhone 7 estándar incluiría un panel de 4,7 pulgadas y los iPhone 7 Plus y Pro montarían uno de 5,5 pulgadas. Estos dos últimos llegarían, por tanto, en formato phablet. Por lo demás, este trío contaría con un procesador A10, sistema operativo iOS 10 y una memoria RAM de 2 a 4 GB. En lo que respecta a la capacidad de almacenamiento interno, los dispositivos llegarían en tres capacidades distintas: 32 GB, 128 GB y 256 GB, lo que quiere decir que desparecería la versión más básica de 16 GB. De todos estos detalles y de otros saldremos de dudas en solo unas semanas. Está previsto que Apple presente los dispositivos en septiembre, tal y como lleva haciendo varios años.