La Unión Europea no para de ser noticia últimamente en el mundo de la tecnología: primero, por condicionar sus planes de retirada del roaming en 2017 en todo el territorio comunitario, y después por dar marcha atrás con gran celeridad y dejarnos como estábamos. Ahora, Bruselas vuelve a la carga con un ambicioso plan de comunicación para toda la Unión, dentro del marco de una propuesta de reforma del copyright.
Esta iniciativa digital, valorada inicialmente en 120 millones de euros, pretende conseguir que para 2020 se ofrezcan conexiones Wi-Fi gratis en todos los espacios públicos de la Unión Europea, no solo en capitales. Parques, bibliotecas, el metro, museos y edificios oficiales disfrutarían entonces de una conexión gratuita. Cinco años después, para 2025, se prevé conseguir conexiones domésticas a Internet de hasta 100 Mbps de descarga, además de crear un mapa de conectividad 5G que ocupe todas las áreas urbanas de la Unión Europea. Según la propuesta, este plan crearía 2 millones de puestos de trabajo en del conjunto de la Unión, una optimista previsión que habría ver con perspectiva, ya que todavía las coberturas de 4G en países como el nuestro están por mejorar, así como las velocidades reales de conexión.
En materia de copyright, la Comisión Europea busca actualizarse, ya que las normativas actuales datan de 2001, algo que en tecnología significa estar a años luz de distancia de la actualidad. El paquete de medidas tiene dos puntos fuertes: por un lado, que los portales de noticias, como Google News, paguen por mostrar artículos de prensa, considerando que los autores tienen un derecho sobre sus publicaciones que se debe remunerar por el uso sus artículos. Es una medida controvertida ya que este tipo de portales ayudan a conseguir clics, contribuyendo con ello a mejorar la posición de algunos periódicos en la red.
Por otro lado, el presidente Juncker también ha anunciado medidas para que servicios de vídeo en streaming como YouTube endurezcan sus medidas contra la piratería, además de pedirles mayor transparencia a la hora de informar a los autores del reparto de beneficios de los derechos generados por los visionados de sus creaciones. La Comisión, aún así, no contempla medidas concretas, aunque sí hable de obligatoriedad.
La Unión Europea parece querer modernizarse en materia digital a marchas forzadas, tanto en legislación como en materia de conectividad. Parece que han despertado de un sueño de 15 años y quieren recuperar el tiempo perdido. La pregunta es, ¿son realmente creíbles estas previsiones de crecimiento? ¿Está realmente en la mano de la Unión Europea el impulso de las redes 5G o las mejorías en la conexión Wi-Fi? Habrá que esperar al menos cuatro años para ver. Para comprobar si las legislaciones de copyright se ponen en marcha, tan solo hará falta unos meses.