Tener un smartphone de alta gama en la actualidad puede ser una fuente de problemas económicos, si tenemos en cuenta que salen nuevos modelos cada temporada. Considerando los altos precios de algunos de estos terminales, para muchos amantes de la tecnología puede resultar un mal negocio a medio-largo plazo, además de la cuestión del atesoramiento de los viejos dispositivos. Tal vez por eso tenga sentido que en estos últimos años el mercado de la segunda mano esté viviendo una segunda juventud, ya sea a través de portales virtuales como Wallapop o de tiendas físicas de intercambio de tecnología como CEX. Pero ¿Cuáles son entonces las ventajas y las desventajas de comprar de segunda mano un terminal?
Ventajas
La principal de las ventajas es la parte económica, obviamente: buscando terminales de segunda mano podemos ahorrarnos un buen dinero, aun cuando busquemos modelos que sean bastante recientes (por otro lado, cuanto más reciente sea el modelo, más difícil será conseguir un mejor precio). Si además tenemos en cuenta la posibilidad de vender nuestro teléfono en estos mercados de segunda mano, podemos multiplicar la rebaja, pues aparte del precio rebajado del producto que compramos, hay que restarle el beneficio económico de vender el terminal antiguo (además del beneficio personal de quitarse de encima productos que puedan haberse convertido en un estorbo).
Desventajas
Dependiendo de la plataforma que elijamos, la principal parte negativa es la fiabilidad de la compra. Si conseguimos asegurarnos algún tipo de garantía del dispositivo que vamos a adquirir, mucho mejor, ya que es difícil conocer con precisión el nivel de uso de elementos como la batería, al no ser algo que esté a la vista. En ese sentido, las tiendas de segunda mano suelen ofrecer más garantías que las operaciones privadas a través de plataformas como Wallapop. Igualmente, una recomendación que os damos es que si os decidís por este tipo de compra, haced un examen minucioso del aspecto externo del producto, no sea que encontréis elementos (roturas de pantalla, algún botón suelto) que luego puedan resultar en una anulación de la garantía, haciéndoos a vosotros responsables del posible fallo. En los casos de las transacciones privadas, este tipo de exámenes visuales os ayudarán a diferenciar una posible imitación, y así evitar un fraude.
Un buen trato si se tiene cuidado
En resumen, se puede estar bastante «a la última» en smartphones sin que eso afecte en exceso al bolsillo mediante la compra (y recomendamos, también venta) de terminales de segunda mano. Siempre con sentido común (nunca hay que fiarse de las grandes gangas, suelen esconder trampas), y a ser posible asesorado por algún entendido en tecnología, os animamos a probarlo alguna vez y dar un respiro a vuestro bolsillo. Eso sí, no nos hacemos responsables si la operación no sale como vosotros queríais.