La compañía de Waterloo, Ontario, que revolucionó el sistema de las comunicaciones con sus dispositivos negros de teclas ínfimas nos dice el adiós definitivo después de veinte años. Los rumores no paraban de planear sobre la sombra de la que fuera una de las compañías fabricantes de terminales más importante del mundo.
Hace ya algún tiempo que la compañía dejó de fabricar dispositivos con su propio sistema operativo, pasando estos directamente a integrar como sistema Android. Además, los resultados de la compañía estos últimos meses han sido devastadores: pérdidas de 372 millones de dólares (331 millones de euros) frente a ingresos de 334 millones de dólares (alrededor de 297 millones de euros), lo que se contabiliza como un 32% de caída si lo comparamos con el mismo período del año anterior.
John Chen, CEO de Blackberry, ha dado la noticia justo después de presentarse los desalentadores resultados económicos de la compañía y asegura que ahora el objetivo de BlackBerry es dedicarse de forma primordial a ser proveedor de software y de servicios con un alto componente de seguridad y que el hardware dejará de ser de producción propia pasando a ser subcontratado. Es decir, seguiremos viendo teléfonos de BlackBerry pero estos ya no vendrán directamente de ellos sino de compañías con las que lleguen a acuerdos que les permitan rentabilizar el negocio y sobre todo, abaratar costes para poder seguir a flote.
Es algo así como una maniobra de rescate que permitirá a la compañía tomar un poco de aire y seguir en el mercado. Su idea ahora mismo es continuar con el desarrollo de software para conseguir que esa división crezca hasta un 30% en el próximo año. Como decíamos, los teléfonos seguirán entre nosotros; sin ir más lejos la compañía lanzó hace relativamente poco el DTEK50, un teléfono fabricado por Alcatel y con sistema operativo Android y hoy mismo han surgido nuevos rumores del que podría ser el siguiente en el árbol genealógico de BlackBerry, el DTEK60.
Muchos han sido los motivos que han dejado a BlackBerry a un lado como a otras grandes compañías que, allá por la revolución móvil, fueron líderes del mercado. BlackBerry, al igual que otra de las grandes, Nokia, no supo adecuarse a las fluctuaciones de un mercado en constante evolución y con demandas continuas y exigentes.
Las pantallas táctiles y las cámaras fueron sus puntos más débiles, por no hablar de integrar hasta el último momento un teclado físico. Tendremos que seguir muy de cerca los nuevos pasos de BlackBerry para ver si realmente estos recortes y la focalización de su actividad en el desarrollo de software permiten que la compañía se siga manteniendo, aunque sea en un segundo plano, en el mercado tecnológico mundial.