europa google

La Unión Europea no da respiro a las grandes empresas tecnológicas americanas. Si recientemente fue Apple quien se llevó un buen susto con la imposición de una multa de 13.000 millones de euros por impuestos no pagados a Irlanda, el próximo podrí­a ser su gran competidor, Google. Ésa es al menos la intención declarada de la Comisión Europea, quien el pasado abril presentó un documento de 150 páginas como resultado de una investigación de dos años a su sistema operativo, Android, por considerarlo monopolí­stico.

Esta investigación comenzó a raí­z de distintos reportes que denunciaban que Google utilizaba incentivos económicos para convencer a las empresas de que incluyeran de manera nativa en sus dispositivos aplicaciones como Google Search, Google Maps o la archiconocida Play Store. El plan de los reguladores europeos es conseguir que Google deje de influir para que las marcas pre-instalen estas aplicaciones en sus dispositivos, ya que al hacer esto los usuarios no pueden desinstalarlas, y en ciertos terminales con memoria limitada, se ven literalmente obligados a usarlas. No es la primera vez que oí­mos hablar de esto, y tampoco es la primera vez que Google es multada por la misma razón. El pasado agosto, sin ir más lejos, Rusia les multó con una suma equivalente a 6 millones de euros, basándose en esta misma premisa.

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Una multa cuantiosa

Aunque el documento no establece cantidades especí­ficas a la hora de multar a Google, algunas partes del mismo dan a entender que podrí­a ser una cantidad grande.  Según el documento, Google comenzó con estas prácticas en 2011, y todaví­a las mantiene, así­ que la multa podrí­a venir en base a los ingresos que la marca haya podido generar en estos años a través de funciones como Adwords o la propia Play Store, lo que como podéis imaginar, es bastante dinero.

Los representantes de Google, de igual manera que han hecho los de Apple respecto al caso que comentábamos al principio del artí­culo, han declarado que pretenden recurrir esos cargos, y la multa, si llegase a imponerse. Según ellos,  «Queremos mostrar a la Comisión Europea que hemos diseñado Android de manera que pueda ser útil para competidores y consumidores, es un sistema que apoya la innovación.»

Dudas al respecto

Así­ como el caso de Apple no tiene mucha vuelta de hoja, es casi un asunto de contabilidad financiera, este caso deja al descubierto algunas preguntas: ¿realmente Google está afectando a la competencia con Play Store, una de las herramientas con más capacidad de alcance del mundo y donde cualquier desarrollador de aplicaciones quiere estar? ¿Es Android realmente un sistema tan prohibitivo cuando existen versiones alternativas como son Tizen  o CyanogenMod que ya están (modestamente, eso sí­) asomando la cabeza en el mercado? Por otro lado, ¿es del todo injusto que Google incluya aplicaciones propias dentro de un sistema operativo que es, de hecho, suyo? Y finalmente, ¿qué pasa con Apple?¿No es Apple infinitamente más restrictivo en lo respectivo a su sistema operativo, iOS? Los caminos de la Comisión Europea son inescrutables, lo que seguro sabemos por ahora es que Google se ha encontrado con un adversario que difí­cilmente dará su brazo a torcer.

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