Teléfono martillo

Casi todo el mundo tiene hoy en dí­a un teléfono móvil. Mejor dicho, un dispositivo inteligente que nos acompaña en todo lo que hacemos. Lo usamos como agenda, como cámara de fotos, como teléfono para recibir y hacer llamadas, para enviar mensajes por WhatsApp, para revisar las redes sociales, etc.

Pero en una cuestión de apuro, ¿para qué nos puede servir nuestro teléfono móvil? Seguro que inconscientemente has hecho alguna de las que enumeramos a continuación, y cuando te pares a pensarlo exclamarás un «¡Ah, pues sí­!». Todos nos hemos visto en una situación en la que solo tení­amos el móvil a mano y nos ha sacado de un apuro. Y no, no solo vale para abrir Shazam y que nos diga qué canción es la que está sonando.

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Calzar una mesa coja

Pocas cosas hay más molestas que una mesa coja. Recuerdo cuando era pequeño, que una vez tuve un pupitre en el colegio que estaba cojo, me harté a ponerle papeles durante todo el año que siempre desaparecí­an al final del dí­a. Lo mismo en un bar, si estamos tomando tranquilamente unas cervezas y la mesa decide bailar la Macarena cuando le venga en gana. Así­ que, si tienes un móvil robusto, ¿por qué no usarlo para calzar la mesa?

Clavos a golpe de Android

Una opción solo válida para temerarios. Si no tienes cuelgafáciles, ni un martillo, y tampoco ves demasiado dura tu suela del zapato, ¿qué pasa si pruebas a dar unos golpes con tu smartphone? Lógicamente, inténtalo mejor con la parte trasera que con la pantalla, y acierta a la primera. Yo no se lo aconsejo a nadie, pero cosas más raras se han visto.

Posavasos

Estás de cañas y la gente no para de mirar el móvil. O lo mismo pasa en una comida, cena, reuniones familiares, así­ que lo mejor es que el propio móvil sea nuestro posavasos. Y no, no vale lo de cogerlo cada vez que bebemos.

Telefono como espejo

Como espejo

Aquí­ hay dos formas de usarlo. La más lógica, encender la cámara frontal y ver si estamos bien maquillados/as, peinados/as y todo eso. Pero también, si somos suficientemente hábiles, podremos usar la pantalla para que refleje y vernos en él. Esto ahorrará baterí­a, y además nos veremos en una tonalidad distinta. Ni tan mal.

Como vibrador

Hay varias formas de aprovechar el vibrador del teléfono móvil… y justamente es esa que estás pensando. Para librarte de una vez por todas de esa molesta contractura de tu cuello o espalda.

Carreras de smartphones

Ya que hablamos del vibrador, ¿hace una carrerita? Esto es muy sencillo. Colocamos dos teléfonos a la par, y le pedimos a dos personas que nos llamen. ¿Cuál llegará primero a la meta? Si queremos ser algo más kamikazes, podemos colocarnos al borde de una mesa y ver cuál es el teléfono inmortal de los dos. El primero que caiga, paga las copas.

Afeitarse con móvil

Afeitarte usando la cámara frontal

Imagí­nate que estás fuera, de acampada, quieres afeitarte y no tienes un espejo delante. Pues para eso está nuestro teléfono móvil. La cámara frontal tanto nos vale para afeitarnos, como para maquillarnos y hasta para hacerle una foto a una muela picada y ver que realmente necesitamos ir al dentista con urgencia.

Para hacer la compra en perro

El funcionamiento es muy sencillo, si nuestro perro sabe el camino a la tienda donde solemos comprar, simplemente le colgaremos un teléfono al cuello. Una vez llegue a la tienda, llamaremos y haremos nuestro pedido. Que sí­, que es más fácil llamar directamente a la tienda o hacer el pedido por Internet, ¿pero las risas que nos echaremos haciéndolo así­?

Para llamar y recibir llamadas, solo

Te compras un smartphone último modelo, con tropecientos gigas de RAM, una pantalla espectacular, una cámara que ya quisieran muchas réflex y lo único para lo que usas tu teléfono es para llamar y para recibir llamadas. ¿Estamos locos? Sí­, los teléfonos fueron ideados para ello, pero ¿alguien los usa ahora solo para eso?

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