Mientras el mercado se va llenando poco a poco de Corbies, Waves y Galaxies, surge un teléfono que no tiene ese aire clónico de familia de algunos de los teléfonos de Samsung. Las líneas del Omnia 7 son rectas, sin curvas, tanto que casi parece un producto de otro fabricante. Es una máquina elegante, sobria, sólida, y con un acabado muy profesional. Está tan bien acabado que incluso se resiste a las huellas dactilares.
También hay sorpresas en el interior. Es de ésos nuevos teléfonos que incorporan el sistema operativo Windows Phone 7, con un buen número de prestaciones, con muchas de las virtudes, pero también con bastantes limitaciones, como por ejemplo la escasa compatibilidad de formatos de video. Este teléfono sólo reproduce video en MP4, y esto exige por parte de los usuarios una tarea extra de conversión en un ordenador de sobremesa.
Pero quizá lo más interesante sea la pantalla Super AMOLED. Demuestra claramente que no todo es resolución en el mundo de las pantallas. Las cuatro pulgadas incorporadas a este teléfono no tienen tanta resolución como otras del mercado, pero su capacidad de reproducción de color, y sobre todo el grado de contraste, hacen que sea una pantalla única, sólo comparable a otras instaladas en teléfonos también de Samsung.
