El Sharp SH007 se une al selecto club de los móviles ecológicos que se valen de un sistema dual de recarga: por un lado, se abastece de la corriente eléctrica y, por otro, incorporan un pequeño panel solar con el que acumular energía procedente del astro rey para que no nos falte autonomía. En este caso, la relación carga-autonomía no está mal, aunque sigue siendo anecdótica y más complementaria que eficaz: por diez minutos de exposición solar, el Sharp SH007 ofrece dos minutos de conversación.
No es un móvil táctil, como el Samsung Blue Earth, sino que este Sharp SH007 recurre a un diseño funcional. En este caso, de tipo clamshell o de concha, situando el panel solar donde tradicionalmente ubicamos el panel secundario en esta tipología de móviles. En el interior, el Sharp SH007 ofrece una pantalla de 3,2 pulgadas, bastante más amplia que lo que acostumbramos a ver en móviles de esta raza. Un punto que ha llamado poderosamente la atención es que el Sharp SH007, a pesar de ser un móvil ecológico, no ha prescindido de algunas prestaciones que podríamos atribuir a un móvil de gama alta.
Echemos un vistazo a la cámara, por ejemplo. El Sharp SH007 instala un sensor de ocho megapíxeles, un valor que sorprende enormemente considerando que, incluso los gama alta, llegan a tocar techo en una resolución de cámara de cinco megapíxeles. No obstante, habría que comprobar los resultados de sus imágenes para ver si realmente merece la pena el sensor.
Además, el incorpora una característica adicional que, aunque anecdótica, quizás pueda llegar a sacársele partido en contextos muy determinados. Y es que el Sharp SH007 es impermeable, algo que en principio se antoja irrelevante, pero que puede tener su sentido de acuerdo al atractivo principal de este móvil. Supongamos, por ejemplo, que estamos en la playa, aprovechando que la temperatura ya invita a ello, y al volver de un baño refrescante le cae algo de agua al Sharp SH007 mientras lo dejamos «recargándose«. La resistencia al agua de este dispositivo nos previene de soltar sapos y culebras ante una posible avería.
Por último, entre los puntos de conectividad vemos que se incluye un sensor GPS para geolocalización del usuario. En este apartado, resulta muy curioso que el localizador esté acompañado por una aplicación pensada para los amantes del golf, que les indica la distancia entre el usuario y el hoyo más cercano en uno de los campos donde el cliente esté jugando a este relajado deporte.