Si una cosa tienen en común los móviles Windows Phone 7 y los Android es que no se casan con nadie. Practicamente cualquier fabricante de dispositivos puede desarrollar un terminal para esas plataformas (hasta ahora, Android ha demostrado más tolerancia en este aspecto, por cuestiones evidentes: lleva más tiempo en el mercado). Esto hace que una pregunta surja en la mente de los fans más curiosos de la telefonía móvil. ¿Sobre qué plataforma es más sencillo desarrollar un teléfono y por qué?
La norteamericana Dell no lo duda. Para este fabricante, Windows Phone 7 es mucho más accesible y sencillo que Android a la hora de hacer un aparatito que se base en una de los dos sistemas operativos. La razón es pura paradoja: Windows Phone 7 es un sistema cerrado, que da muy pocas opciones a que el fabricante sea creativo en lo que a prestaciones se refiere (trabaja sobre un guión fijo, podríamos decir). Por su parte, Android, al ser una plataforma abierta, da pie a que los fabricantes pongan de su parte a la hora de «rellenar» huecos, por lo que la labor de las compañías de móviles tienen que implicarse más en el desarrollo del aparato.
Esta filosofía de trabajo resultaría heredera de las plataformas Windows de ordenadores, que efectivamente, no requieren de una configuración específica de componentes, admitiendo equipos genéricos para prácticamente cualquier versión de la plataforma (eso sí, siempre y cuando sean equipos y sistemas operativos de la misma época).
En el caso de Android, Google invitaría a los fabricantes a usar la plataforma como base de pruebas para sus investigaciones, incentivando así la creatividad por parte de las empresas en lo que a desarrollo de componentes se refiere.
Visto así, Dell vendría a decir que Windows Phone 7 es una plataforma idónea para quienes quieran desarrollar terminales como churros (como es el caso de la línea de productos portátiles y de sobremesa del fabricante norteamericano), mientras que Android necesita de una implicación más cercana del fabricante. Eso podría explicar la duradera y muy prolífica relación de algunas compañías con el sistema de Google, como Samsung o Motorola.