Entre los datos que se pudieron conocer el pasado mes de octubre tras la muerte del ex–consejero delegado y fundador de Apple, Steve Jobs, se señaló que éste habría trabajado en el todavía inédito iPhone 5 hasta que la enfermedad que padecía le impidió realizar sus labores habituales.
Pocos datos trascendieron entonces acerca de las características que integraría el nuevo modelo. No obstante, los últimos detalles que han ido conociéndose en forma de filtraciones y rumores ””cada uno con más o menos visos de verosimilitud”” invitaban a pesar que la compañía, ahora bajo la batuta del delfín de Jobs, Tim Cook, podría haber virado en los planes iniciales del iPhone concebido por el malogrado alma máter de la firma.
Pese a todo, según conocemos a través de Bloomberg, no ha sido realmente así. Cierto es que algunas de las decisiones que, según se sostiene en los mentideros del sector, se habrían tomado para definir el futuro iPhone 5 distan de la línea que Jobs se negaba a abandonar, a saber, el empleo de un formato de pantalla que rompiese con el estándar de 3,5 pulgadas.
No obstante, a pesar de que el modelo que se pondría a la venta entre junio y octubre sitúe su nueva medida en cuatro pulgadas ””o quizás, un poco más””, la línea concebida por el fundador de Apple se mantendría en el resultado final del terminal.
Es más. Según los datos a los que habrían tenido acceso desde el citado medio, incluso Jobs podría haber desdicho el discurso que mantuvo con las cinco ediciones vigentes del teléfono móvil de Apple, y habría estado enfrascado en el rediseño de un terminal que se habría concebido a partir de una nueva filosofía condicionada por un nuevo formato de pantalla.
Y de hecho, los encargos que en las últimas semanas he han realizado a proveedores vinculados al desarrollo de paneles con medidas superiores a las 3,5 pulgadas clásicas del iPhone no serían parte de una política ajena a la concepción del fallecido emprendedor norteamericano, sino que habrían estado en la hoja de ruta del terminal desde el primer momento.
No obstante, dado que Apple habría rechazado pronunciarse ante la cuestión a Bloomberg, no se puede dilucidar si realmente el nuevo terminal llevará una pantalla de mayor tamaño que la que se ha instalado en las cinco ediciones conocidas del iPhone.
En las últimas semanas se filtraron informes que aseguraban que el próximo teléfono de Apple tendría un panel de cuatro pulgadas que, a pesar de ganar en tamaño, mantendría los índices de resolución que la firma ha bautizado como Retina, y que en el caso de los iPhone 4 y iPhone 4S define una concentración de 326 puntos por pulgada ””sólo superada actualmente por el Sony Xperia S, que ofrece una pantalla de 4,3 pulgadas y un lienzo de 1.280 x 720 píxeles””.
Otra posibilidad que se ha puesto sobre el tapete de la rumorología en torno al próximo iPhone apunta a la integración de la cacareada tecnología autoestereoscópica. Dicho de otro modo, nos referimos a la posibilidad de reproducir contenidos en tres dimensiones que se podrían admirar en la pantalla del teléfono sin necesidad de usar gafas u otros accesorios. No obstante, aunque no pocas fuentes apuestan por esta opción, el rumor no la tiene todas consigo si se tiene en cuenta la tendencia de Apple a apostar por la sencillez y la usabilidad por encima de prestaciones de corte espectacular que determine la funcionalidad del dispositivo.
m….mm…. Ese dato de la resolución de la pantalla ahora superado por el samsung galaxy sIII ya que es de 4.8 pulgadas y un lienzo de 1280 por 720
El dato al que se refiere al utor de la nota en realidad es sobre la densidad de la pantalla, no sobre los pixeles, pero hace mal la reseña al intentar explicarse.
El Xperia S es el unico equipo que supera la ¨densidad¨ de pantalla del Iphone, y por lo que dicen se nota bastante en la calidad de imagen.
Igualmente la diferencia de puntos de densidad es minima.