Los Samsung Galaxy S7 y Samsung Galaxy S7 edge ya son oficiales. Samsung ha apostado por la misma fórmula de lanzar dos teléfonos, pero en esta ocasión la única diferencia entre su nuevo dúo de smartphones no es la curva de la pantalla del Samsung Galaxy S7 edge, además hay una diferencia de tamaño. El modelo curvo es más grande (5,5 pulgadas), mientras que el S7 normal mantiene la pantalla plana con una diagonal de 5,1 pulgadas, más compacto y manejable.
Las últimas semanas han estado marcadas por los rumores y filtraciones, pero a pesar de ello en Samsung han conseguido guardarse algún que otro as en la manga. En esta ocasión vamos a hablar del Samsung Galaxy S7 edge, el modelo con pantalla curvada hacia ambos lados. Te contamos sus cinco características más destacadas.
Pantalla: más grande y con más funciones
Como ya hemos adelantado, una de las novedades este año es que el Samsung Galaxy S7 edge tiene una pantalla más grande. Samsung sigue manteniendo la tecnología Super AMOLED y la resolución QHD (2.560 x 1.440 píxeles), pero aumenta la diagonal hasta 5,5 pulgadas. La nueva configuración da como resultado una densidad de 424 puntos por pulgada, una cifra muy alta que asegura imágenes muy nítidas.
Igual que sucede con el Samsung Galaxy S6 edge, su sucesor también tiene una pantalla que se curva hacia ambos lados, dejando una especie de bandas a los laterales en las que hay algunas funciones especiales. El año pasado, la propia Samsung admitió que la curva del S6 edge tenía un cometido principalmente estético y las funciones eran más bien escasas. Esto ha cambiado con el Samsung Galaxy S7 edge.
Ahora hay más herramientas y accesos directos en la pantalla edge. Se pueden colocar más aplicaciones e incluso crear carpetas. También se pueden crear accesos directos a acciones personalizadas como enviar un correo a un contacto concreto, abrir la cámara para selfies o consultar la lista de favoritos del navegador. Por último, destacamos la barra de herramientas con acceso a funciones como la linterna o notas rápidas.
Cámara de “sólo” 12 megapíxeles
Lo de los 12 megapíxeles nos suena porque se había filtrado en varias ocasiones, pero hasta ahora no conocíamos todos los detalles. El sensor tiene píxeles de 1,4 um y es dual con 12+12 megapíxeles. Este sistema se traduce en mejores resultados en condiciones de poca luz, un enfoque mucho más rápido e imágenes hasta un 95% más claras.
El diseño de la cámara sigue manteniendo la misma línea, pero Samsung ha tomado nota de las críticas y ahora la cámara sólo sobresale 0,46 milímetros, un desnivel apenas apreciable en comparación al modelo anterior. La cámara delantera sigue manteniendo 5 megapíxeles.
Diseño más curvo y más resistente
Samsung mantiene el mismo estilo de diseño que vimos el año pasado, con un marco de aluminio y ambas caras cubiertas de cristal resistente, pero en este caso hay más curvas. A las curvas de la pantalla, se suman las de la parte trasera. Ahora los bordes de la espalda del terminal también están ligeramente redondeados, de forma que resulta más cómodo de sostener en la mano.
Otra de las sorpresas que los rumores se encargaron de reventar es la de la resistencia al agua -aunque hasta ahora no sabíamos qué grado tenía. El Samsung Galaxy S7 edge cuenta con el certificado IP68, que asegura resistencia al agua siempre y cuando no se sumerja a más de un metro ni por más de 30 minutos. Samsung vuelve a las andadas y rescatan una característica que no veíamos desde el Samsung Galaxy S5.
Potencia
De nuevo, los rumores habían desvelado el procesador que vendría con los nuevos S7, pero no todos sus detalles. El chip, que ofrece un rendimiento un 30% más rápido que el modelo anterior, es un Exynos 8890 de ocho núcleos, con un grupo de alto rendimiento a 2,3 Ghz y otro a 1,6 Ghz. Además la memoria RAM aumenta a 4 Gb, igual que los Samsung Galaxy Note 5 y Galaxy S6 edge+ presentados en agosto del año pasado.
La sorpresa en este apartado no es el procesador, sino su sistema de refrigeración. Para evitar sobrecalentamientos, Samsung ha incluido un sistema de refrigeración líquida que se encargará de mantener la temperatura a raya.
Vuelve la MicroSD
El año pasado Samsung nos sorprendió con un rediseño en su gama Galaxy S, que apostaba por materiales y de calidad y una construcción monobloque, pero supuso varios sacrificios. El primero es que la batería no se puede extraer y el segundo que no llevaba ranura para MicroSD, uno de los puntos más criticados. El Samsung Galaxy S7 edge sigue sin permitirnos abrir la tapa trasera, pero por fin trae de vuelta la opción de ampliar la memoria con una tarjeta MicroSD (200 Gb)
Samsung lo ha resuelto de forma bastante ingeniosa. Para evitar añadir una ranura más en el chasis, han diseñado una bandeja única que permite insertar la SIM y la MicroSD en la misma pieza.
Primer contacto del Samsung Galaxy S7 edge