Esta es una de esas cosas que hace que los fabricantes se muerdan los puños de rabia, y piensen si no deberían haberse dedicado a otro negocio. El caso es que los de Google decidieron tener mayor control sobre su sistema operativo Android y aportar seguridad a los desarrolladores de aplicaciones, para evitar que los piratas acaben con la buena marcha del sistema, y decidieron incorporar un novedoso sistema antipiratería.
Con él, evitarían que se pudieran instalar sin licencia las aplicaciones de pago. Por desgracia, la alegría ha durado bien poco. Este nuevo sistema antipiratería ha sido demolido, y esto puede tener una influencia negativa sobre el diseño y comercialización de aplicaciones. El culpable es el hacker ético, Justin Case, que ha colgado un video en YouTube mostrando cómo lo hizo.
La Biblioteca de Verificación de Licencias Android, o ALVL, ha sido de desmantelada de manera rápida y sencilla introduciendo un pequeño parche que hace que el sistema piense siempre que cualquier aplicación que se le va a instalar tiene una licencia válida. El método empleado es tan sencillo que puede utilizarlo incluso los más inexpertos.
Los portavoces de Google no se han pronunciado al respecto, pero la realidad es que la compañía esperaba que el sistema de seguridad fuera mucho más seguro. El descubrimiento de que puede ser puenteado con facilidad, puede poner en peligro el mercado de las aplicaciones, que en estos momentos es vital para el éxito de un sistema operativo y de un teléfono inteligente. Si es posible piratear las aplicaciones de pago, los profesionales se van a retirar del diseño de aplicaciones, y sólo quedarán las peores, aquellas hechas por novatos y aficionados. La piratería también es un problema para los móviles iPhone, pero en su caso hay que liberar previamente el teléfono. En estos momentos hay 225.000 aplicaciones diseñadas para iPhone frente a tan sólo 100.000 para Android.
Vía: Electronista