El LG Mini GD880 es una de las propuestas del fabricante coreano para quienes quieran un móvil orientado al entretenimiento y al uso de las redes sociales. Sin ataduras de operador es posible hacerse con él por 400 euros, pero Vodafone lo ofrece de forma gratuita para quien le compense una serie de condiciones a cambio de llevarse este terminal sin pagar un duro (o un euro, mejor dicho).
Efectivamente, si nos comprometemos a no abandonar la compañía en los siguientes 18 meses, contratamos una tarifa de datos por quince euros (nueve, si contratamos además una tarifa plana de voz) y nos adherimos a alguna de las opciones de llamadas (entre la familia de tarifas planas o el plan 90×1, con un coste de 25 euros al mes), el LG Mini será nuestro. Si pasamos de compromisos, entonces la broma nos saldrá por 40 euros. Por supuesto, estas combinaciones sólo serán posibles siempre y cuando efectuemos una portabilidad.
Lejos de la tendencia actual, el LG Mini es un móvil táctil multimedia pensado para conectarse a Internet que no depende de alguno de los sistemas operativos de moda. Emplea su propia interfaz (muy parecida a la del iPhone, todo sea dicho) y plantea como principal uso, más allá de la función telefónica, hacer del terminal una extensión del entretenimiento que puede ofrecer un ordenador. Hasta tal punto han afinado este concepto los chicos de LG que incluso permite sincronizar los datos de navegación y contactos entre móvil y ordenador, haciendo que uno sea la referencia del otro, y viceversa.
Evidentemente, no falta el acceso a redes sociales. Con el LG Mini podremos plantearlo de dos formas: bien desde los widgets o iconos gráficos que activan la aplicación correspondiente (Facebook, Twitter, MySpace u otros), o desde LinkBook, una función que hace que la agenda de contactos del móvil se vincule con los perfiles de usuario que tengamos en nuestra lista para poder acceder a los datos que tengan abiertos para sus contactos.
