La salida del iPhone 4 ha supuesto una revolución para los de Cupertino. Después de acusar graves problemas en la cobertura de un terminal recién salido del horno, la factoría Apple se ha visto envuelta en otras contiendas de igual envergadura. Lejos de que se suavizaran los ánimos, el otro día nos enteramos del despido de uno de los supuestos responsables del ‘Antennagate’. Ahora, apenas una semana después, Apple ha puesto a otro trabajador de patitas en la calle. Esta vez por espionaje industrial.
Se llama Paul Shin Devine y ha sido acusado de facilitar información confidencial de Apple a varias compañías asiáticas. De hecho, el ex empleado de Apple había utilizado el nombre de su esposa para contactar con seis fabricantes distintos, a los que suministró información secreta de la compañía de la manzana. A estas alturas, Paul Shin Devine, de 37 años, está siendo investigado por varias autoridades: el FBI, los fiscales de Estados Unidos y por un juez de Singapur. Las cosas no pintan nada bien para este indiscreto trabajador.
El presidente de Apple, Steve Jobs, ha enviado un comunicado en el que se indica que no se toleran las conductas deshonestas, así como tampoco a aquellos que no respetan los códigos de conducta establecidos dentro de la empresa. Y es que según han informado varios medios, Shin Devine se dedicaba a negociar con fabricantes, ofreciéndoles información sobre futuros lanzamientos a cambio de cuantiosas sumas de dinero que cobraba a través sociedades fantasma.
Fotos de: Yutaka Tsutano, AMagill
Suma y sigue…