La coreana Samsung lo ha confirmado en su propio Facebook: la actualización a Android 2.2 (Froyo) para el Samsung Galaxy S no estará disponible hasta finales del próximo mes de octubre. Y a pesar que las redes sociales a las que están registradas estas firmas resultan cada vez más creíbles, no hace mucho que se publicó en Twitter que la actualización para este teléfono móvil estaría puntualmente lista en septiembre. Pero nada más lejos de la realidad. No será hasta bien comenzado el otoño cuando la compañía ponga a disposición de sus clientes tan ansiada actualización.
Y si el Samsung Galaxy S ya es un teléfono de bandera, las cosas cambiarán (y mucho) cuando por fin se pueda actualizar con tamaña delicia. Cuando el software de Google se haya liberado, los usuarios tendrán la oportunidad de instalarlo a través de un programa llamado Samsung Kies, una aplicación harto conocida para los clientes de Samsung que resulta bastante útil para sincronizar archivos con el ordenador e incluso, para instalar nuevos programas y actualizaciones como la que nos ocupa.
La nueva actualización promete un alto rendimiento para el Samsung Galaxy S. De hecho, el sistema contará con la integración de la interfaz gráfica TouchWiz 3.0 y su autonomía se verá probablemente alargada de forma importante. Se espera, además, que se integre Flash 10.1 en la navegación a través del terminal. Según los expertos, Froyo tiene la virtud de aumentar el rendimiento y de alargar la vida útil del terminal (en referencia a su batería). En este sentido, el Samsung Galaxy S se posicionaría como perfecto rival del HTC Desire HD, un nuevo terminal que ha empezado a hacer sombra al buque insignia de Samsung. Pero todo se verá.
Foto de: NialKennedy