Los problemas de cobertura del iPhone 4 no han bastado para amargar a los pobres usuarios del aclamado teléfono móvil de Apple. Y lo cierto es que esta vez la culpa no recae sobre la empresa de Cupertino. Según relatan hoy algunos medios, la cadena de tiendas alemana Real Shop ha vendido hasta 6.000 cargadores del iPhone 4 que no habían pasado el control de calidad en sus fábricas de procedencia. Y los problemas no se han hecho esperar, puesto que al no tratarse de cargadores originales, los dispositivos corrían el peligro de incendiarse por no funcionar con la corriente adecuada. Cabe aclarar que los cargadores no han sido comercializados directamente por Apple, sino que se han vendido a través de la tienda Real Shop, perteneciente al grupo empresarial alemán Metro Group.
Según Alex Makow, Director General para España y Portugal de AsiaInspection, los cargadores se habrían vendido a través de la página web alemana de Real Shop. Se trataría de cargadores no originales fabricados en China y asociados al iPhone 4 de 32 GB. De hecho, la tienda Real Shop ya ha pedido a los compradores de estos terminales que remitan los cargadores lo antes posible, para llevar a cabo las revisiones oportunas y cambiarlos por las fuentes de alimentación adecuadas. Según afirman los responsables de la tienda, el error se derivaría al proveedor directo, verdadero responsable de la comercialización de equipos fraudulentos.
Apple no ha tardado en dar su punto de vista. De hecho, un responsable de la compañía se ha referido explícitamente al proveedor, indicando que no está autorizado para comercializar sus productos: esto incluye teléfonos móviles, cargadores y cualquier otro accesorio que pudiera ser falsificado, perjudicando así al cliente que busca la garantía de Apple. El abaratamiento de costes no es nada nuevo en territorio asiático. En muchas ocasiones los controles de calidad se pasan por alto y algunas empresas hacen todo lo posible por ahorrarse costes de producción y sacar la misma rentabilidad del producto en cuestión. Lo malo es que finalmente, el comprador (el mismo que desembolsa sus ahorros para hacerse con el iPhone 4) puede pagar muy caras las picardías del fabricante.
En esta ocasión, sin embargo, los 6.000 compradores de este cargador fraudulento podrán devolverlo a la tienda y reemplazarlo por una fuente de alimentación correcta y certificada, con todas las garantías que puede ofrecer Apple.