Con la popularización de los teléfonos móviles inteligentes o smarpthones, el sector de las aplicaciones ha crecido de forma imparable. Desarrolladores, operadores y fabricantes se encuentran enzarzados en un nuevo negocio que promete. Según los últimos datos que ofrece la consultora Gartner, la venta de aplicaciones habría generado en 2010 la friolera de 5.200 millones de dólares en beneficios, cantidades que se habrían repartido principalmente empresas como Apple y Google, aunque está claro que algo tendrán que decir Nokia, Samsung, LG y las demás firmas que tienen abierta su propia tienda de aplicaciones.
Está claro que la compañía que se lleva la mejor parte es Apple. La propietaria de la App Store presta servicio a todos los usuarios de los dispositivos de moda: iPhone, iPod Touch y iPad. Quién no ha tenido tanto éxito es Google con su Android. Y es que ayer mismo, el responsable de negocio de este sistema operativo, Eric Chu, ha confirmado que las ventas no son tan cuantiosas como habían previsto. Uno de los principales inconvenientes tiene que ver con el hecho de que los usuarios sólo puedan pagar a través de un método: la tarjeta de crédito.
Con la voluntad de mejorar las ventas, los responsables de Android tienen previsto cambiar en breve el método de pago, añadiendo un sistema interno para el que no precisemos siempre la tarjeta de crédito. Si todo funciona según lo previsto, es muy probable que la venta de aplicaciones crezca de forma vertiginosa, pasando de los 8.200 millones de descargas a los 17.700 millones de descargas en 2011. Esto supondría un aumento de las ganancias hasta los 15.100 millones de dólares, signo evidente de que el mercado de las aplicaciones y los smartphones está en pleno auge.