La alianza entre Nokia y Microsoft para el campo de los móviles inteligentes no pretende materializarse en lanzamientos marcados por la sutileza ni la discrección. Muy al contrario, parece que la intención es la de sofocar el sector con lo que podríamos definir como una ofensiva por desgaste.
Y es que según ha declarado el vicepresidente de la división de smartphones de la firma finlandesa, Jo Harlow, la estrategia de la nueva línea de terminales que se estrenaría entre finales de 2011 y principios de 2012 sería la de actualizar el portafolio con nuevo dispositivos cada dos o tres meses. Ahí es nada.
En principio, estos planes podrían contar con truco. Ya recordarás que en semana anteriores te contábamos que los primeros móviles que lanzaría Nokia con Windows Phone serían adaptaciones basadas en terminales que ya se habrían lanzado con Symbian 3 (o Symbian Anna), a partir del Nokia N8, que pasaría a ser Nokia W8.
Siendo así, durante todo este año, cada uno de los smartphones de Nokia que fueran saliendo al mercado (desde el Nokia E7, el primero en estrenar la gama en 2011, pero seguido por los Nokia E6 y Nokia X7, además de, como decimos, los que esperamos que se vayan desvelando a lo largo de 2011 con el sistema Symbian Anna) podrían reeditarse como parte del catálogo de Windows Phone.
Eso no descarta que el estreno de la serie Windows Phone de Nokia se dedique a terminales diseñados específicamente para abrir la línea que deje patente la alianza entre las firmas de Espoo y Redmond. De hecho, cuando se comunicó la colaboración que ambas empresas empezarían a desarrollar desde este año, se mostraron prototipos que nada tenían que ver con los móviles que estamos ya estamos acostumbrados a ver como parte de la línea Symbian 3.