Carrier IQ

Importante culebrón el que revolucionó la semana pasada el sector de la telefoní­a móvil y la privacidad. Una empresa, Carrier IQ, está en el centro de la polémica. Hasta entonces, era una desconocida para la gran mayorí­a de usuarios y profesionales, pero ha sido un software suyo, instalado en móviles de BlackBerry, Nokia y licenciados bajo Android, lo que ha hecho su marca tristemente conocida. Al menos, en principio.

Y es que una aplicación de Carrier IQ estarí­a supuestamenete recabando datos de los usuarios, entre los que se incluirí­a la práctica totalidad de los contenidos que pasan por el teléfono. Sin que se haya podido concretar oficialmente hasta dónde llega el montante de información que almacena este programa, la única aproximación pasa por lo descubierto por un joven desarrollador, Trevor Eckhart, quien ha sido el artí­fice de hacer emerger este delicado problema.

Desde la empresa que está siendo diana de las crí­ticas se defienden, y aseguran que su programa no socava la provacidad de los usuarios. Así­, en un comunicado oficial, Carrier IQ afirma que su aplicación «no graba, almacena o transfiere los contenidos de los mensajes SMS, correos electrónicos, fotografí­as, audio o ví­deo». También responden a la acusación que apunta a que el software espí­a registrarí­a las pulsaciones en los teclados táctiles, añadiendo que «esas alegaciones, así­ como cualquier otra forma de examinar el comportamiento del usuario en esa lí­nea no son ciertas». Así­, insisten una vez más en que el objetivo de la aplicación se centra en aspectos como comprobar qué procesos de sistema provocan un consumo elevado de baterí­a y aspectos similares.

Carrier IQ

Los fabricantes que emergieron como los primeros en llevar el software de Carrier IQ en sus terminales, por otro lado, se han desmarcado de la ocasión. La finlandesa Nokia, por ejemplo, salió al paso en primer lugar asegurando que los terminales de su marca no llevaban el controvertido programa integrado en el sistema, una postura que no tardó en adoptar la canadiense RIM para sus BlackBerry.

No tan contundentes han sido desde Mountain View. Google lo tiene difí­cil para poder poner la mano en el fuego, dado el carácter abierto de Android. De hecho, llamó mucho la atención el conato de amenaza judicial que esta compañí­a llegó a trasladarle a Eckhart cuando éste descubrió el pastel (una situación que acabó diluyéndose, con Google retirándose en sus aspiraciones de llevar a juicio al desarrollador por sus acusaciones). La realidad pasa por una comprobación personalizada de cada terminal.

Carrier IQ

En nuestro paí­s, por ejemplo, se ha podido constatar muchos terminales libres basados en Android no llevan el polémico software espí­a. Hemos advertido que en el caso de los Samsung Galaxy S2 libres no se ha observado la presencia de la aplicación, tras ejecutar un rastreo con utilidades capaces de detectar la presencia del sistema de Carrier IQ, como Voodoo Carrier IQ Detector o Logging Checker Pro. Desde Apple también se desmarcaron, apuntando que «la mayorí­a de los terminales iOS 5» ya no llevan la controvertida aplicación, asegurando que en próximas actualizaciones «desaparecerá completamente».

Dicho esto,  la pelota del asunto cae ahora sobre el tejado de las operadoras, que desde el principio de esta peliaguda situación han estado en el centro del huracán como posibles instigadoras de un capí­tulo que podrí­a ser muy oscuro en la historia de la telefoní­a móvil. No obstante, las proveedoras de servicios aún no han revelado su posición en todo este asunto, quizás porque por el momento no ha quedado demostrado, ni siquiera en un epidérmico, que los datos que el software de Carrier IQ estén siendo trasladados a estas compañí­as. En cualquier caso, seguiremos atentos a la situación para mantenerte a la última en torno a esta polémica.

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