El año terrible que ha atraversado BlackBerry en 2011 ha pasado factura en la cúpula directiva de la canadiense RIM. Según se ha conocido a través de un comunicado, los fundadores de RIM y presidentes de la compañía desde hace 20 años, Jim Balsillie y Mike Lazaridis, han presentado su dimisión como respuesta de su reticencia a adoptar algunas de las peticiones que los inversores de la firma solicitaban para afrontar un 2012 que remontara una caída en barrena que se ha llegado a meterializar en pérdidas de hasta el 73 por ciento de su valor bursátil.
Balsillie y Lazaridis habrían optado por poner sus puestos en la alta cúpula directiva en disposición de la compañía, aunque no abandonarán su presencia en la firma. Seguirán formando parte del Consejo de Administración, además de conservar sus acciones. En sustitución de éstos, Thorsten Heins y Barbara Stymiest escalarán hasta los asientos de consejero delegado y presidenta del Consejo de Administración, respectivamente. Heins ha sido hasta ahora director de operaciones de RIM, mientras que Stymiest ha ocupado puestos de dirección técnica durante el último lustro.
La noticia se convierte en la primera gran sacudida en la jerarquía de la compañía canadiense como consecuencia de los malos resultados y las históricas incidencias registradas a lo largo del pasado año. Retrasos, previsiones malogradas y memorables problemas en el suministro de servicios emblemáticos de la línea BlackBerry han herido a la marca durante un 2011 que se ha marcado en negro en el libro de memorias de RIM.
Pese a los esfuerzos demostrados para responder a las salvajes embestidas de Apple ”“con sus iPhone y iPad”“ o Google ”“habida cuenta del crecimiento demostrado gracias a Android durante el año pasado”“, la línea de productos BlackBerry no ha estado a la altura. De nada sirvió el lanzamiento del PlayBook, la primera tableta de la firma, que llegó al mercado como una apuesta interesante como reacción al iPad, y ha acabado capitalizando la atención por sus constantes rebajas de precio.
Igualmente, la caída del servicio online asociado a BlackBerry ”“uno de los servicios definitorios de la marca, si no el que más”“ dinamitó la imagen de la compañía, que no supo dar respuesta con la agilidad que requería la situación.