Está a la vuelta de la esquina. Mañana, 12 de septiembre, Apple levantará el telón y mostrará, por fin, su nuevo teléfono móvil. El iPhone que se pondrá a la venta este año 2012 está llamado a la necesidad de ser un dispositivo realmente competitivo, habida cuenta de cómo le ha apretado las tuercas este año la competencia ””con Android y Samsung como principales acicates en la contienda.
Poco más de once meses después, la compañía californiana presentará su alternativa, y durante todo este tiempo ha habido lugar para todo tipo de especulaciones, algunas más afortunadas que otras; algunas más precisas que otras; algunas más respaldadas que otras. En esta recta final, echaremos un vistazo a los diez puntos clave que ha dado de sí toda la rumorología en torno al sexto manzanófono de la serie.
¿iPhone 5 o nuevo iPhone?
El año pasado nos llevamos la sorpresa: no conocimos el iPhone 5, sino el iPhone 4S. Parecía claro que ese nombre se quedaría aparcado para el bautizo del modelo que conoceríamos en 2012. No obstante, la presentación de una tableta que responde a la denominación de nuevo iPad, y no iPad 3, tal y como se esperaba, invitó a pensar en la posibilidad de que Apple tomase esta norma también con su teléfono.
Y ahí no acabó la cosa. La invitación remitida por la compañía a los medios para asistir a la presentación de nuevo móvil habría disipado dudas al respecto: la sombra de un número cinco se arrojaba bajo la fecha de la convocatoria; al mismo tiempo, sin embargo, se filtraba una fotografía desde los talleres donde supuestamente estarían imprimiendo las cajas del dispositivo. Pese a todo, una serie de incoherencias en la imagen del empaquetado habría dejado en agua de borrajas esa falsa pista, por lo que la posibilidad de que el teléfono que conozcamos mañana se llame iPhone 5 ha ganado peso.
Media pulgada más en la misma Retina
Finalmente, Apple habría dado su brazo a torcer. Atrás quedan varios años de resistencia numantina, de aferrarse a la doctrina de Steve Jobs, quien sostenía que 3,5 pulgadas es el formato óptimo para controlar una pantalla táctil en un teléfono. Los de Cupertino, ahora comandados por el delfín de Jobs, Tim Cook, viran el barco y aceptan un nuevo estándar. Esta vez, serán cuatro pulgadas las que se distribuyan en diagonal en el panel del iPhone 5.
En concreto, según han coincidido varias fuentes en contacto con el terminal con que el nuevo teléfono tendrá una pantalla de 3,99 pulgadas. El aumento en tamaño, sin embargo, no irá en detrimento de los índices que determinan la concentración de 326 puntos por pulgada que justifica, en el iPhone, la etiqueta retina: en total, la resolución del panel del iPhone 5 sería de 1.136 x 640 píxeles. Por otro lado, la tecnología empleada para su construcción habría sido la llamada in-Cell, desarrollada por Sony, Hitachi y Toshiba. Gracias a esto, el iPhone 5 será el más delgado de la serie.
En cintura
Y es que, según se ha llegado a asegurar, el nuevo teléfono de Apple tendrá un grosor de sólo 7,6 milímetros. Para llegar a esta medida, no sólo habrían recurrido a una pantalla que ahorra espacio entre capa, sino que además se habría optado por una nueva disposición en la batería, que ahora será más delgada y alargada. El uso de nuevos materiales en el diseño del dispositivo también supone otro granito de arena en favor las medidas del terminal.
Adiós cristal
Aunque el aspecto de los iPhone 4 y iPhone 4S es impecable gracias a, en gran medida, el uso de cristal en la cubierta de estos modelos, este tipo de materiales han acarreado más de un disgusto a usuarios que han sufrido algún percance con estos teléfonos. Pese a equipar un tratamiento anti roturas, se han conocido muchos casos en el que la carcasa de estos teléfonos acabó necesitando de una visita al servicio técnico, o de fundas preventivas.
En esta ocasión, el iPhone 5 tendría un aspecto más resistente. La trasera del terminal sería de materiales metálicos. Quizás siga siendo recomendable recurrir a carcasas adicionales o fundas, pero más por motivos de personalización o por querer asegurarse de que el dispositivo esté lo más protegido posible, en lugar de tratarse de una tarea casi obligada.
Nuevos puertos
Otro de los puntos a destacar está en el margen inferior del iPhone 5, donde advertiríamos, al menos, tres sorpresas. Una de ellas es una salida dual de audio estéreo que parece que habrá las veces de respiradero, una solución que procede de los iMac. Pero no íbamos a eso, sino a los puertos de conexión que se sitúan en esa zona. Por un lado, la entrada de auriculares, que pasa de estar en la zona alta del terminal a ubicarse en la base del dispositivo, junto al nuevo puerto dock.
Sí, así es: el iPhone 5 estrenaría una nueva toma propietario, que se distingue de la generación anterior en una nueva configuración de entre ocho y 16 pines, frente a la clásica de 30 pines. No está totalmente claro cómo será este puerto, pero de lo que parece que no hay duda es de que será visiblemente más pequeño. También se ha dicho que podría estar imantado, una característica de seguridad procedente del conector MacSafe de los portátiles de la casa, aunque esta posibilidad resulta un tanto más remota.
SIM, microSIM… y NanoSIM
Apple dio un golpe en la mesa, y la cubertería de la competencia saltó por los aires. Fue la firma californiana la primera en ponerle las pilas al mercado apostando por el estándar microSIM, y aunque no todos los fabricantes lo han adoptado por igual, la mayoría de móviles de primer nivel funcionan con estas unidades. Esperemos que no te hayas encariñado demasiado, porque se aproxima una nueva sacudida: Apple ahora quiere que uses una tarjetita aún más pequeña, la nanoSIM. El iPhone 5 parece que será el primer equipo en valerse de estas unidades, y de hecho, las operadoras ya empiezan a abastecerse de éstas ante el aluvión que se pronostica.
NFC, otro deporte de contacto
Near Field Communication, o comunicación por proximidad. En la práctica, tal es la proximidad que requiere este sistema de transmisión de datos que hace falta poner en contacto físico a dos dispositivos compatibles para que se active. Es la conexión de moda en todo el mundo para el sector móvil, y aunque cuenta con varios años de implantación ””Nokia ya lo incluyó en alguno de sus modelos hace mucho””, no ha sido hasta hace un par cuando ha empezado a atraer la atención de los fabricantes. La presencia del NFC es otro de los rumores que se dan por seguro, y su utilidad estaría enfocada a la sincronización de datos, así como a compartir archivos entre iPhone o para emplear equipos de audio inalámbrico. Estaría por ver si también sería posible usar el iPhone 5 con la función más interesante de cuantas dan de sí el NFC: la de realizar pagos con el móvil como si fuese una tarjeta de crédito.
La controversia del LTE
Este punto es especialmente polémico. Parece inevitable que Apple haga que su iPhone 5 sea compatible con las redes móviles de cuarta generación LTE. La incógnita está en saber si habrán aprendido de las controvertidas limitaciones de su nuevo iPad o si por el contrario, y tal y como publicó The Wall Street Journal hace unos días, la sexta generación de teléfonos de la casa operará sobre las distintas bandas de frecuencia habilitadas en distintas partes del mundo para comunicarse en velocidades 4G.
El nuevo Exmor RS y la cámara centrada
El iPhone 4S incluye una cámara de ocho megapíxeles basada en el aplaudido sensor Exmor R de Sony. Antes incluso de que se estrene en uno de los nuevos Sony Xperia, Apple podría haberse hecho con la disposición para instalar la segunda generación de estos interesantes sensores en su nuevo iPhone 5. No habría un aumento en la resolución de captura, pero muy probablemente una serie de mejoras técnicas que darían como resultado capturas más luminosas y con colores más auténticos. La presencia de un nuevo estabilizador para vídeo, así como un software controlador más completo también son candidatos a completar las funciones del iPhone 5 como cámara compacta. Por cierto, que el sensor secundario cambiar de posición, y pasaría de estar junto al auricular a situarse sobre éste.
Procesador
Y por último, pero no por ello menos importante ””ni mucho menos””, está por ver si Apple dará el salto a la tecnología quad-core o persistirá en una unidad de doble núcleo, como en el nuevo iPad. Las últimas pistas que se han tenido al respecto inclinan la balanza en la primera dirección, con lo que nos encontraríamos con un chip A6 basado en la tecnología vista en el Samsung Exynos que ya conocemos por los Samsung Galaxy S3 y Samsung Galaxy Note 2.