Una de cal y otra de arena. El terreno de certeza que pisa el iPad Mini cada vez es más sólido, aunque el momento en que Apple dé el paso de ponerlo en las tiendas es cada vez más incierto. Ya sabrás que los principales rumores sitúan en el próximo 17 de octubre el día en que la multinacional con sede en Cupertino habría decidido presentar el iPad Mini. No obstante, el lanzamiento en sí zozobra a causa de uno de los últimos datos que se han conocido sobre la pequeña tableta.
El caso es que a través de la web japonesa Macokatara hemos sabido que Apple habría ejecutado unos cambios de última hora en el diseño del iPad Mini. A causa de esto, toda la agenda de producción del terminal podría haber sufrido un escollo que se traduce en retrasos en la puesta de largo comercial de la tableta. Sin que se conozca con exactitud si los cambios vienen motivados por necesidades en la ingeniería del terminal o si son razones puramente estéticas las que los motivan, el caso es que Apple habría decidido ejecutar unas modificaciones en la cubierta externa del terminal. No obstante, se desconoce hasta qué punto cambiará el diseño del iPad Mini tras este virage en el rumbo.
En las últimas imágenes que se han filtrado del terminal ya montado ””cortesía de uno de los analistas del sitio 9to5mac, Sonny Dickson”” se observa que el aspecto del iPad Mini no resulta tan ovalado en la cubierta trasera como lo es en el caso de los iPad 2 y nuevo iPad, describiendo una curva más pronunciada y no tan afilada como en los últimos modelos de la tableta de Apple. Sin embargo, a partir de otros rumores que ya se conocieron en otro momento, el iPad Mini tendría un grosor de sólo 7,3 milímetros, con lo que resulta difícil pensar que se apure este espacio.
Por cierto, que entre las fotos filtradas por Dickson se invita a deducir otros detalles que, de corresponderse este terminal con el iPad Mini real ””o al menos, con el modelo que se ponga a la venta tras los cambios de los que habla Macotakara””, veríamos en la cuarta tableta desarrollada por Apple. Para empezar, lejos de lo que se apuntó en un principio, el iPad Mini sí que tendría una cámara situada a la trasera del equipo. Contaría, además, con un sensor secundario que serviría para realizar videollamadas Facetime.
La conexión nativa sería, como en el iPhone 5, la polémica toma Lighting, más pequeña y rápida, pero también más problemática si se trata de analizar la compatibilidad que establezca con la familia de accesorios que han funcionado hasta ahora con los iPhone y iPad que se han venido poniendo a la venta. Incluso el adaptador que lanza Apple puede llegar a presentar ciertos resquicios a la hora de funcionar correctamente con el dock de 30 pines tradicional. Por otro lado, a uno y otro lado de esta bahía propietaria, el iPad Mini mostrará un par de salidas de audio que también funcionarán como vías de refrigeración.