La todavía finlandesa Nokia no es el único símbolo nacional de la tecnología que podría pasar de manos en los próximos meses. En paralelo al cortejo que Microsoft ejecutaba en torno a Nokia, BlackBerry ha asistido a una caída en barrena que pone en bandeja la compañía al acceso de cualquiera de los gigantes de la electrónica que esté dispuesto a ayudarla a reflotar. En las últimas semanas se rumoreó que la propia multinacional de Redmond estaría interesada en absorber también la división de dispositivos de la compañía canadiense, aunque esta opción se ha ido enfriando con los días. Samsung se postula como otra de las candidatas para el asalto en BlackBerry, pero de nuevo se repite el tono de calma chicha ante esta posibilidad.
Sea como sea, en la firma norteamericana necesitan que les echen una mano. Y cuando antes. Y ésta podría venir de donde menos lo esperábamos. Así al menos viene planteado por un información que conocemos a través de las hojas de economía de The Wall Street Journal y The New York Times, que en los últimos días se han hecho eco de un rumor que sitúa a Mike Lazaridis, cofundador de BlackBerry y ex-consejero delegado de la misma (en estos momentos es Thorsten Heins quien ostenta ese puesto), en negociaciones con dos financieras, Blackstone y Carlyle, en busca de apoyo económico para la recompra de la compañía.
Según estos rotativos, Lazaridis estaría estudiando poner sobre la mesa de la compañía canadiense que él mismo ayudó a crear junto a Jim Balsillie una oferta de recompra que cuente con el respaldo de los citados fondos de inversión, dos de los más potentes del mundo. Con ello, trataría de hacerse de nuevo con los mandos de la empresa en un momento crítico y aprovechando que el precio de la firma podría estar próximo a los índices más bajos que jamás podría registrar. No obstante, no hay datos oficiales que ayuden a esclarecer los planes del cofundador de BlackBerry, de modo que no es seguro por el momento que vaya a realizar la rumoreada oferta de recompra, como tampoco se sabe cuál sería su estrategia para reflotar la empresa en caso de que recupere su timón.
En estos momentos, los dispositivos de las series Q y Z son los equipos con los que BlackBerry espera volver al candelero. Pero la cosa pinta muy mal. Por primera vez ha sido superada por Windows Phone en lo que a cuota de mercado de sistemas operativos móviles se refiere, y su presencia en dispositivos no cesa en una caída que se va a llevar por delante a un 40 por ciento de la plantilla, a razón de los 4.500 puestos de trabajo en la compañía en todo el mundo que se suprimirán en las próximas semanas, según anunció BlackBerry recientemente. En vistas a ello, parece que la adopción de Android como plataforma operativa conservando la cartera de servicios profesionales que hizo célebre a RIM (Research In Motion) parece que se postula como el clavo ardiendo al que no le quedará más remedio que agarrarse a la compañía si quieren evitar el hundimiento.