A menos que haya sorpresa de última hora, hasta el próximo mes de enero no conoceremos nuevos móviles de gama premium por parte de los grandes fabricantes. Todos han presentado ya sus argumentos, y ahora son los usuarios los que deben decidirse. No obstante no es tarea fácil hacerlo. Las pantallas, los tipos de cámara, el diseño, los materiales usados o los índices de autonomía son cuestiones que, en combinación o preferencia, nos llevan a decantarnos por uno y otro terminal. Hoy echaremos un vistazo a algunos de los motivos que nos empujan a decidirnos por determinados buques insignia del mercado de smartphones.
El precio no es un factor especialmente determinante en este caso. Si queremos el teléfono de referencia de un determinado fabricante, se supone que asumimos el pago de una importante suma de dinero. Además, el coste de adquisición de un móvil premium ya resulta bastante homogéneo, oscilando entre los casi 700 euros y los 750 euros, para los buques insignia de Sony, Samsung, Apple o Nokia. Sólo LG se desmarca con su LG G2, que cuesta 600 euros. Además, esta firma es la responsable de fabricación del nuevo Nexus 5 de Google, cuyo precio es de 350 euros ””un coste casi quimérico, ya que difícilmente coincide que haya existencias en la tienda online de la compañía””.
Una vez resuelto esto, nos interesan aspectos como la conectividad, la pantalla o las opciones multimedia. Detengámonos un momento en el tema del panel. Los móviles premium se han separado entre terminales con paneles próximos a las cinco pulgadas y otros que las rebasan, coqueteando con las seis pulgadas e incluso superándolas (con lo que hablaríamos de un phablet, o tabletófono). Si lo que nos interesa es un terminal de primer nivel, pero que no tenga complejo de tableta, tendríamos que decidirnos por el Sony Xperia Z1, que lleva un panel de cinco pulgadas, o por el Nokia Lumia 1020, cuya pantalla se queda en 4,5 pulgadas. Y por supuesto, no olvidemos el iPhone 5S, que permanece en las cuatro pulgadas, siendo el más pequeño de los equipos de referencia de los grandes fabricantes. Por otro lado, los Samsung Galaxy Note 3, HTC One Max o Sony Xperia Z Ultra son los que ganan en tamaño.
En los aspectos multimedia, estamos ante equipos muy homogéneos, aunque las sutiles diferencias llegan a marcar grandes distancias. La cámara es la principal responsable, en este sentido. Los Samsung Galaxy Note 3 y iPhone 5S, por ejemplo, permiten grabar en alta definición 720p a cámara lenta ””el móvil de la surcoreana incluso permite filmar en UHD, o ultra alta definición, a 30 cuadros por segundo””. Si de lo que se trata es de combatir en megapíxeles, la batalla más feroz la libran el Sony Xperia Z1, con sus 20,7 megapíxeles, y el Nokia Lumia 1020, que se impone al resto con su potente sensor PureView de 41 megapíxeles. En rapidez de disparo, el LG G2 consigue excelentes resultados.
La autonomía es otro de los puntos a tener en cuenta. Y para muchos, quizás el que más. En este sentido, Sony, Nokia, LG y Samsung logran convencer, proponiendo con sus buques insignia índices de duración en uso con las conexiones activadas que se aproximan a las quince horas o incluso llegan a rebasarla. Si lo que nos preocupa es el tipo de materiales empleados en la construcción, veremos que la mayoría optan por el plástico, aunque con acabados pulidos o con textura, imprimiendo una cierta distinción. Sólo el iPhone 5S y el Sony Xperia Z1 se salen de la corriente, apostando por el aluminio completo, en el primer caso, y la combinación de aluminio y cristal templado, en el segundo.
Con todo, aquí tenemos una serie de cuestiones que van a resultar especialmente relevantes. Otras, como la interfaz o el sistema operativo, se polarizan mucho más: sólo Nokia apuesta por Windows Phone como plataforma de gala, y el iPhone 5S lógicamente expone el nuevo entorno iOS 7. En el resto encontramos Android, ya sea con interfaces más afortunadas ””la del HTC One Max o la nativa del Nexus 5 son especialmente atractivas”” o con otras que no han conseguido seducir con la misma efectividad ””en el caso del LG G2, por ejemplo””. Visto esto, y sabiendo que pese a sutiles diferencias todos son smartphones muy potentes, la última palabra la tendrá el usuario que pueda pasar un rato con cada equipo antes de decidirse por uno tras sopesar razones como las que hemos repasado.