El mercado de los teléfonos inteligentes ha cambiado mucho en los últimos años, y los fabricantes de origen asiático han conseguido alcanzar unos mínimos de calidad manteniendo precios que siguen siendo muy competitivos en las tiendas. Pero los fabricantes chinos de móviles también pasaron por una época en la que clonar modelos de la competencia estaba a la orden del día, y aunque existían falsificaciones bastante trabajadas, de vez en cuando también se lanzaban modelos de móviles que despertaban un sentimiento de vergí¼enza ajena de todo aquel que los viera. Por ello, nos hemos propuesto recopilar tres móviles chinos que resultaron ser una falsificación pésima.
1. Cool 999
Bautizado por los más jocosos de la época como el anticristo del iPhone (por eso de que el 999 es, en realidad, el número del diablo (666) invertido), el Cool 999 era un teléfono inteligente que pretendía emular al primer iPhone de Apple (hablamos nada menos que del año 2007). Y decimos “pretendía” porque, en realidad, su diseño era todo un espectáculo. Los marcos de la pantalla ocupaban prácticamente más que la pantalla en sí, y el logotipo de Apple no solamente estaba presente en la carcasa trasera, sino que también venía impreso debajo de la pantalla (en ambos casos, con el diseño girado, para evitar llevar a la compañía a la cárcel por falsificación), probablemente tratando de emular el botón de Inicio que Apple incorporaba en su móvil.
Pero lo peor estaba dentro del propio Cool 999. En una época en la que Android todavía no existía, los fabricantes de este terminal no tuvieron más remedio que incorporar el sistema operativo móvil de Windows en su versión de Windows Mobile 6.0 (un sistema operativo que, por aquel entonces, se incorporaba en las ya extintas PDAs). Y para dar un poco mejor el pego, Cool decidió adaptar este sistema operativo a la interfaz de Apple, dando lugar a una fluidez que, incluso para aquellos tiempos, era de todo menos óptima.
En lo que se refiere al resto de especificaciones técnicas, el Cool 999 incorporaba una pantalla de 3,5 pulgadas con 320 x 240 píxeles de resolución, una cámara principal de dos megapíxeles y un navegador GPS. Y ojo, porque en su día se presentó con un precio de… ¡310 dólares! Teniendo en cuenta que el precio del primer iPhone rondaba los 400 dólares, ¿quién se plantearía la compra de este invento?
2. MTK6575 STAR i9300
El MTK6575 STAR i9300, a primera vista, puede transmitir la sensación de ser una copia muy parecida al Galaxy S3. De hecho, comparte especificaciones técnicas similares que pasan por una pantalla de 4,8 pulgadas, un procesador de cuatro núcleos funcionando a 1.4 GHz, conectividad 3G… pero resulta que la resolución de pantalla, en lugar de alcanzar los 1.280 x 720 píxeles de la versión original, se queda en los 800 x 480 píxeles. Una resolución ideal para una pantalla de casi cinco pulgadas… si queremos perder agudeza visual en poco tiempo, claro está.
Pero esa no es realmente la característica más desastrosa del STAR i9300. Si no tenemos en cuenta el pequeño detalle de la ausencia del logotipo en la parte frontal del móvil, lo cierto es que esta copia china podría incluso llegar a engañar a los usuarios menos experimentados. Pero, si levantamos la tapa trasera, lo que nos encontramos es un diseño que poco o nada tiene que ver con el Galaxy S3 original (aquí podemos ver una imagen de la parte trasera de una unidad real del S3). “Jiang Li, ¿copiamos también el diseño de la parte de atrás? – ¡Para qué! Nadie se va a fijar en eso…“.
3. Goophone M8
Los chinos no tienen reparos, incluso, en copiar móviles que todavía no han sido presentados de forma oficial en el mercado. El Goophone M8 fue presentado por la compañía china Goophone poco antes de que se presentara oficialmente el One M8, y salió de las fabricas chinas con un precio de lanzamiento de unos 250 dólares. De por sí, sus especificaciones técnicas ya eran bastante humildes en comparación a las del One M8 original: un procesador MediaTek de ocho núcleos, 1 GigaByte de RAM, materiales de construcción de dudosa calidad…
Pero el fallo que Goophone tuvo al clonar el One M8 no se limitaba solamente a que se olvidaron de incorporar la cámara principal doble que realmente caracterizó a este teléfono inteligente. Al parecer, y según se puede consultar todavía en la descripción de este móvil en páginas como DHGate.com, el Goophone M8 pesaba… ¡382 gramos! Si lo que buscábamos era una piedra para robar un escaparate de una tienda con móviles de verdad, desde luego que este terminal era una opción muy a tener en cuenta.
Y ojo también al lema con el que se anunció el Goophone M8 en la página web oficial de Goophone (ahora desaparecida, pero quedan pruebas): “Goophone siempre ha avanzado para desarrollar los mejores móviles. Con este nuevo diseño [¡¡!!], la nueva generación del Goophone M8 es tal y como nunca lo habías visto” (sic).
……(pi)…chinos!