Si hay algo por lo que los fanboys de Apple adoran septiembre, es porque religiosamente es el mes en el que la compañía californiana muestra sus nuevos teléfonos. Además este año toca una renovación a lo grande, o por lo menos eso se pensaba. Las últimas informaciones sugieren que el próximo iPhone 7, pese a ser una nueva generación de dispositivos móviles, no tendría grandes novedades. La falta de innovación que persigue a Apple desde que Steve Jobs falleciera, volvería a verse reflejada en su próximo buque insignia, a juzgar por los últimos rumores que nos llegan desde The Wall Street Journal.
Por lo que se conoce hasta la fecha (informaciones a las que se le dan mucho valor teniendo en cuenta que de unos años a esta parte todo lo que se filtra de Apple acaba siendo realidad), el nuevo iPhone 7 volvería a llegar en dos tamaños de pantalla. Por un lado tendríamos un modelo de 4,7 pulgadas y por el otro una versión Plus con un panel de 5,5 pulgadas. El diseño seguiría siendo muy parecido, por no decir igual, manteniendo la estética estrenada en el iPhone 6, que en breve va a hacer dos años. Eso sí, una de las grandes novedades este año radicaría en el conector de auriculares, que dejaría de estar presente, según aseguran algunas informaciones. Lógicamente esto acabaría teniendo consecuencias en el grosor, y nos encontraríamos con un terminal un milímetro más delgado que su antecesor. Por su parte, los rumores también coinciden en que las bandas de las antenas de la parte trasera pasarían a situarse a los bordes superior e inferior.
La pregunta es: ¿A que estaría esperando Apple para pasar a la acción y lanzar un dispositivo que deje a la industria con la boca abierta? Parece que al año que viene. Y es que, el próximo año se cumple una década desde que fuera lanzado al mercado el primer iPhone. El WSJ asegura que será entonces cuando veamos novedades espectaculares. Apple construiría un dispositivo con pantalla OLED, que a diferencia de las pantallas LCD que se utilizan en los iPhone 6s, permitirían iluminar cada pixel de forma independiente, traduciéndose, por tanto, en una mayor eficiencia energética. Será en la próxima generación a partir del iPhone 7 cuando Apple prescinda por fin del botón home en sus dispositivos. Para el Touch ID se haría uso de una tecnología en pantalla, muy similar a lo que mostró Qualcomm hace más de un año en el Mobile World Congress.
Lo que sí tenemos seguro, es que el iPhone 7 llegará con iOS 10, una versión que Apple anunció hace unos días en su conferencia anual para desarrolladores WWDC, y que va a introducir algunos cambios no demasiado destacables: Mejoras en las notificaciones, cambios en la posición de los widgets y novedades en iMessage. Pensamos que durante este verano se irán perfilando un poco mejor todos los rumores, llegando a tomar forma para que podamos tener una idea más clara de lo que prepara Apple. ¿Tendrán motivos para preocuparse sus principales rivales?