Ayer mismo asistíamos a la presentación de uno de los nuevos equipos más importantes del catálogo de Samsung. Hablamos, lógicamente, del Samsung Galaxy Note 7, un dispositivo que (esta vez sí) se comercializará en España y que sigue, al menos en parte, la estela de los exitosos miembros de la familia Samsung Galaxy S7. Se espera que el nuevo dispositivo de Samsung pueda cosechar grandes éxitos. Tantos o más que el Samsung Galaxy S7 edge. Lo decimos porque, en las últimas horas, la consultora Strategy Analytics ha anunciado que Samsung habría conseguido vender más de 13 millones de unidades de Samsung Galaxy S7 edge durante la primera mitad de 2016. De este modo, el teléfono se habría convertido en el teléfono con Android más vendido del mundo. Y lo que queda por delante.
Pero, ¿qué es lo que estaría motivando a los usuarios para hacerse con un teléfono de estas características? Hay que tener en cuenta que no estamos ante un equipo precisamente barato. Si quisieras adquirirlo en formato libre tendrías que pagar 820 euros por él, al margen de las ofertas que puedas encontrar por la red. Existen, sin embargo, algunas características que lo hacen muy atractivo y que están atrayendo muchísimo a los usuarios. Según la propia consultora Strategy Analytics, uno de los puntos fuertes de este equipo sería la pantalla curvada hacia los dos bordes y lo fácil que resulta de usar. Además, estos expertos coinciden en que Samsung cuenta con unos canales de distribución muy amplios y que la marca pisa fuerte en el mercado de los smartphones. No en vano, es la que más teléfonos inteligentes vende en todo el mundo. En algunos países, además, la coreana está llevando a cabo un trabajo promocional muy importante, que haría que, por ejemplo, por la compra de un mismo equipo el usuario pudiera acceder a otro gratis, ya sea un Samsung Galaxy S7 o Samsung Galaxy S7 edge.
El Samsung Galaxy S7 edge es un smartphone que destaca por contar con una pantalla curvada hacia los dos lados y por estar dotado con un amplio panel de 5,5 pulgadas, con una resolución QuaHD de 2.560 x 1.440 píxeles. En el interior del equipo nos encontramos con un procesador Samsung Exynos 8890 desarrollado por la propia Samsung, con ocho núcleos y un procesador gráfico (GPU) Mali T-880. Estos chips combinan su rendimiento con una memoria RAM de 4 GB, lo que sin duda ofrecerá a los usuarios una experiencia más que solvente. Pero esto no es todo, porque si por algo destaca este equipo es por el sistema de su cámara fotográfica. Para la ocasión, Samsung se ha decidido por un doble sensor de 12 megapíxeles, una tecnología que nos vendrá fenomenal para conseguir fotografías de una calidad superior. Tiene 32 GB de capacidad, pero esta memoria podrá ser ampliada con tarjetas externas. Está dotado con un batería de iones de litio de 3.600 miliamperios, lo que permitirá a los usuarios disfrutar de una buena autonomía. Además, funciona con Android 6.0 Marshmallow, aunque pronto se actualizará a la versión superior.
Y tú, ¿tienes un Samsung Galaxy S7 edge en el bolsillo o habías pensado en comprártelo? Cuéntanos tus impresiones sobre este dispositivo en los comentarios.