Apple anunció este martes sus resultados para el último trimestre del ejercicio 2015/2016: 45 millones de teléfonos iPhone vendidos, algo que ha satisfecho a los mercados de inversión, que les auguraban 44 millones en ventas, pero que no acaba de convencer a la propia empresa, que el pasado año en el mismo periodo vendió 48 millones de iPhones. Tim Cook, director de la compañía, se mostraba contento con la respuesta del público ante el lanzamiento del iPhone 7, pero la realidad es que ya son tres trimestres consecutivos con beneficios en retroceso comparados con el año pasado, algo que no pasaba desde 2001. En total, un beneficio de casi 47.ooo millones de dólares, algo esperado por los mercados de inversión que han hecho que sus acciones en Wall Street no sólo no bajen, sino que hasta suban un 0,5%. Las previsiones para el siguiente trimestre son de un beneficio acumulado de 75.000 millones de dólares, algo que también satisface al mercado, pero que exige que la marca de Cupertino reflexione sobre su producto. ¿Dónde encontramos el problema? ¿El iPhone 7? ¿Los iPad? ¿Apple Watch? ¿Será la competencia?
La crisis de Samsung, una oportunidad
En el margen de tiempo en que Samsung reaccione con un nuevo Note 8 o su ya confirmado Galaxy S8, se abre una oportunidad para muchas marcas de cubrir ese hueco que dejó el Galaxy S7 en el mercado de los teléfonos grandes. El Huawei Mate 9 y Google Pixel XL serán algunos de los candidatos, pero el gran favorito a ser el sustituto es el iPhone 7 Plus. Algunos estudios hablaban de un posible trasvase de usuarios de hasta 5 millones, algo que podría ser decisivo para hacer que las cuentas de Apple dieran un giro y definieran un crecimiento para el siguiente trimestre. Samsung recientemente ha confirmado que presentará su Galaxy S8 el 26 de febrero, así que hasta entonces muchas cosas pueden ocurrir.
Primeros resultados del Google Pixel
Aunque sin datos todavía, es muy pronto para ello, Google ya ha informado en su página web que la demanda de para sus Pixel y Pixel XL está desbordando sus propias expectativas. Tanto, que muchos usuarios se están teniendo que quedar con las ganas y soportar retrasos de hasta tres semanas en sus envíos, al más puro estilo iPhone. No sabemos si ha sido el resultado de la intensa campaña promocional, la expectación o tal vez es todo una estrategia de marketing. Hasta que no podamos disponer de cantidades reales vendidas, no podremos hacer auténticos análisis. En caso de confirmarse el éxito del Google Pixel y Pixel XL, Apple podría estar entonces en problemas para relanzar sus ventas al entrar un nuevo competidor a intentar sacar su pedazo del pastel. Tal vez Apple debe hacerse a la idea que no se puede dormir en los laureles, y en este mercado cada vez más competitivo su posición de liderazgo puede ponerse en entredicho de cara al futuro. Así, el esfuerzo para mantener esa posición tendrá que pasar por constantes revisiones de producto que marquen la diferencia con la competencia.
