En estas épocas, muchas personas disfrutan de ratos en la piscina o en la playa. En cualquier caso, el móvil es un accesorio difícil de dejar a un lado, y lo solemos llevar con nosotros para seguir compartiendo fotos, escuchar música o para no perdernos la actualidad de la red. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos elementos de seguridad importantes en estos casos. Vamos a hacerte un repaso de cinco consejos básicos para que tu viaje a la piscina o a la playa con el móvil no acabe en desgracia.
Cuidado con la exposición al sol
La exposición prolongada de nuestro teléfono a altas temperaturas puede dejar nuestro teléfono inservible. Principalmente, su efecto más nocivo se encuentra en la batería, llegando a dejar de funcionar en casos extremos. También la carcasa puede sufrir, afectando a la pintura y a la textura. En cualquier caso, te recomendamos encarecidamente que no dejes el teléfono al sol cuando te vayas a bañar. Incluso si lo guardas en alguna mochila, evita que ésta se encuentre al sol, pues el efecto puede llegar a ser el mismo, si se expone durante mucho tiempo.
No lo dejes sin supervisión
Al margen de los efectos nocivos del sol en nuestro móvil, dejar nuestro terminal a la vista cuando estemos en una piscina o playa pública tiene también un posible efecto nocivo, que es el robo. El móvil es un producto muy atractivo para ladrones, y se puede robar con tremenda facilidad.
Si sois un grupo de amigos y podéis dejar a alguien a cargo de los móviles, mejor que mejor. Otra opción es dejarlos en el coche, si lo tenéis, aunque eso podría suponer un problema ya que os deja incomunicados. Lo ideal es que vaya rotando el encargado, para que nadie se sienta discriminado.
Revisa tus bolsillos antes de saltar al agua
Antes de meternos en el agua, es imprescindible comprobar que no nos hemos guardado el teléfono en el bolsillo, como acto reflejo. Si tenemos un móvil sumergible, como el Samsung Galaxy S7, podemos salvar la situación, pero aún así, es recomendable no tentar a la suerte. Dependemos de una profundidad limitada (1,5 metros, en muchos casos), y aún así los fabricantes no siempre recomiendan sumergir esos móviles en agua salada. Si no tenéis una necesidad imperiosa de hacer una foto acuática, lo mejor es estar al tanto y evita descuidos que acaben en drama.
Lleva una batería externa
Cuando nos vamos a la piscina o a la playa, nuestra carga del móvil empieza a hacer cuenta atrás, y generalmente no tendremos un punto de carga disponible. Por eso es buena idea llevar una batería externa portátil. De ese modo, si quieres usar el móvil para poner música o algún vídeo, no tienes que sufrir por la carga. El único problema que podría ocurrir es que todos tus amigos quieran hacer uso de tu batería, por lo que te recomendamos que solo la muestres cuando sea del todo necesaria.
Usa un móvil de batalla
Este consejo está especialmente indicado para aquellos con móviles de gama alta. Ponerlo en peligro ante el sol, el agua o los robos se puede evitar sencillamente usando un segundo móvil. Usar un terminal antiguo o comprar uno barato es una medida muy recomendable para estos casos. Seguimos pudiendo conectarnos, ver vídeos y oír música, pero tenemos la tranquilidad de que, en el peor de los casos, nuestro querido gama alta está en casa, sano y salvo.
Con todos estos consejos, puedes irte a la playa y la piscina con tus amigos y tu móvil y garantizarte una jornada sin incidentes.