El tiempo de vida útil de un smartphone está condicionado actualmente por el tiempo de vida de las baterías. Por lo general, la mayoría de baterías suelen degradarse a partir de los 500 ciclos de carga, es decir, 500 ciclos en los que el teléfono se ha cargado de 0 a 100% y viceversa. A estoy hay que sumarle el impacto de la carga rápida sobre las celdas que componen los módulos de la batería. En móviles Samsung podemos paliar esto último a través de un simple ajuste que presentan todos los móviles de la compañía compatible con carga rápida, proceso que veremos a continuación.
Desactivar la carga rápida, el mejor truco para alargar la vida útil de tu móvil Samsung
Así es. La forma de proceder depende de la versión de One UI con la que nuestro móvil cuente. Por lo general, el proceso es tan sencillo como irnos hasta el apartado de Mantenimiento del dispositivo en Ajustes.
Dentro del apartado de Batería pulsaremos sobre los tres puntos de Ajustes hasta encontrar la opción de Ajustes avanzados. Finalmente encontraremos una opción denominada Carga rápida con cable, la cual tendremos que desactivar para deshabilitar el uso de la carga rápida de manera definitiva.
Si nuestro móvil Samsung cuenta con carga inalámbrica, es probable que el asistente nos permita deshabitar la carga rápida sin cables, algo que desde tuexperto.com recomendamos si queremos guardar la salud de la batería.
Este es el impacto de la carga rápida sobre la vida de las baterías
Es un hecho: usar la carga rápida puede reducir la vida útil de las baterías. Así lo confirma un estudio llegado a cabo por la Universidad de Purdue que podemos visitar a través de este enlace.
Tras varias pruebas realizadas con rayos X sobre diferentes tipos de baterías de móviles, portátiles y coches eléctricos, el estudio concluye que el uso de la carga rápida repercute de manera negativa en la salud de las celdas. Una de las tesis del artículo original afirma lo siguiente:
“Cuando la batería se recarga, los iones de litio realizan un movimiento de atrás hacia delante entre los dos electrodos, el negativo y el positivo. Al interactuar con las partículas de los electrodos, éstos se rompen y degradan con mayor rapidez. Este desgaste es más acusado cuando se conecta el móvil haciendo uso de la carga rápida.”
El propio estudio asegura que la carga rápida ocasiona un daño irreparable. La única solución posible pasa por reemplazar la batería, un proceso que no es precisamente sencillo y fácil de realizar.
Imagen extraída del estudio del Laboratorio Nacional de Idaho.
Este otro estudio llevado a cabo por el Laboratorio Nacional de Idaho ha puesto a prueba a diferentes coches eléctricos modelo Nissan Leaf. Para la prueba del estudio, el laboratorio empleó un total de cuatro Nissan Leaf eléctricos de 2012. Mientas que dos de estos eran cargados de manera diaria a través el sistema de carga rápida del coche, los dos coches restantes eran cargados a una velocidad normal.
Los resultados del estudio son claros. Tras recorrer las primeras 50.000 millas, unos 80.000 kilómetros al cambio, los primeros dos modelos de Nissan habían perdido una capacidad que ronda los 7 kW. Los dos modelos restantes habían perdido menos de 6 kW. Esta degradación podría verse aumentada en módulos de batería de menor tamaño como el de los móviles. Precisamente a principios de este mes Apple se vio obligada a pagar más de 500 millones de dólares por reducir el rendimiento de sus iPhone a costa de mantener la salud de la batería.