El momento en el que vemos caer nuestro móvil al suelo puede ser eterno. Y si cae bocabajo, peor, ya que tenemos que darle la vuelta y esperar que la pantalla no se haya roto. Para que esto no ocurra, u ocurra menos de lo que nos gustaría, existen métodos para proteger nuestros móviles, que van desde la típica funda rugerizada hasta sofisticados vidrios templados con determinados niveles de dureza.
Antes de entrar en materia, hemos de hablar de la escala de dureza llamada ‘escala de Mohs‘. Esta escala es una “relación de diez minerales ordenados por su dureza, de menor a mayor y se basa en el principio de que una sustancia cualquiera puede rayar a otras más blandas” según Wikipedia.
Todo depende de la dureza
Esta es la tabla de dureza de Mohs:
Ahora, leemos la tabla sin tener en cuenta la composición química. Vemos como la dureza 1 es la más blanda y la 10 la más fuerte. Esto es importante a la hora de comprar un cristal templado para nuestro móvil. Si al comprarlo vemos, dentro de sus características, que tiene dureza 9H es porque está construido en un un material que solo se rayaría con herramientas de carburo de silicio (piedras de amolar, brocas de carburo, etc). Es decir, será uno de los vidrios templados más resistentes que podremos adquirir, pudiendo guardar el móvil junto a las llaves sin preocupación de que la pantalla acabe rayada. Eso sí, cuidado con la trasera, que suele ser de cristal y si va sin funda quedará desprotegida.
Otros factores a tener en cuenta a la hora de comprar un cristal templado
No solo la dureza es importante. Cuando compramos un cristal templado también debemos mirar el grosor del mismo. Cada fabricante tiene su propio grosor y no depende de él la protección que le demos al móvil: se trata más de una cuestión estética. También debemos tener en cuenta si dispone de capa oleofóbica, para que las huellas de nuestros dedos no se queden marcadas con un simple toque. Otro elemento indispensable es la experiencia táctil asociada a estos cristales. Cuidado con adquirir algunos muy baratos: el cristal puede no transmitir adecuadamente los toques que demos en pantalla y acabaríamos teniendo una experiencia susamente frustrante. Elegir siempre uno de gama media o media alta.