Apple vuelve a ser noticia por culpa de su manía de censurar aplicaciones. Esta vez el asunto nada tiene que ver con Android, el erotismo o el porno, qué va. Ahora el hachazo lo han dado sobre una aplicación llamada PhantomAlert, lo que traducido al español significaría Alerta de Fantasmas, aunque nada tenga que ver literalmente con su función. Y es que PhantomAlert funcionaba como sistema de alerta para conductores, informando sobre la situación del tráfico y de la carretera, además de los límites de velocidad impuestos en cada vía. Pero esto no ha sido lo que ha hecho poner las manos en la cabeza a los chicos de Apple. La retirada de esta aplicación tiene que ver con el hecho de que PhantomAlert indicaba la posición de los radares de velocidad y de posibles controles de alcoholemia.
Parece que estas funciones no han gustado a los de Cupertino. Y eso que en las tiendas de aplicaciones de Android y BlackBerry la aplicación se sigue vendiendo con normalidad. El caso es que Apple ha hecho caso a los congresistas estadounidenses, puesto que los políticos se quejaron al ver que existía una aplicación capaz de detectar los radares de velocidad y los controles de alcoholemia. Se fraguó una polémica parecida cuando se denunció que los de Apple alojaban en su tienda una aplicación homófoba que según sus creadores era capaz de curar la homosexualidad. Finalmente, y después de la quejas de miles de usuarios en todo el mundo, los chicos de Steve Jobs no tuvieron otro remedio que tomar la decisión de eliminarla.
En cualquier caso, parece que los chicos de Apple se han visto en la obligación de tomar cartas en el asunto. Por este motivo, han creado una nueva norma que prohíbe expresamente las aplicaciones capaces de detectar los controles de alcoholemia. Y eso que en Estados Unidos gran parte de los controles son anunciados públicamente, mientras que algunos se ejecutan en plan sorpresa. Lo cierto es que la medida no es tan mala ni tan buena para todos, puesto que son muchos los usuarios que ven con buenos ojos esta decisión casi política. Habrá que ver cómo se lo toman los que están realmente interesados en el asunto, que son los que beben, aunque lo ideal sería que de una vez por todas tomaran consciencia de que no hay que conducir cuando uno ha tomado dos copas. Parece muy básico pero hay quien todavía no lo ha pillado.