La coreana Samsung no tendrá que hacer la operación cintura tras las vacaciones: lo suyo es puro músculo. Y lo enseña en forma de planes de negocio. Si ayer te señalábamos que la compañía había revisado sus estimaciones de ventas de smartphones al alza (si a principios de año quería vender 18 millones de móviles, ahora no se planea menos de 25 millones), hoy toca el recién abonado terreno del tablet.
Y es que el más alto directivo de la división de Productos, Hankil Yoon, ha afirmado que esperan vender unas diez millones de unidades de su recién presentado Samsung Galaxy Tab. Para que te hagas una idea del nivel de confianza que la empresa coreana tiene en su dispositivo con pantalla de siete pulgadas, establezcamos una comparación. Antes del verano, cuando comenzó la andadura del Samsung Galaxy S (actualmente, el móvil más fuerte de su catálogo), la compañía se fijó unos objetivos de ventas en todo el mundo de, precisamente, diez millones de unidades. A fecha de hoy, sabemos que ha colocado un millón de terminales en Corea del Sur, así como otro millón en Estados Unidos (en sólo 45 días), además de los que se han comercializado en Europa y el resto de Asia. Así, como decimos, confía Samsung en su Samsung Galaxy Tab.
Pero para llegar a la cúspide de ventas que espera Samsung, hay un punto de importancia que todavía no ha sido desvelado al cien por cien: el precio. Sí que se ha sabido que el coste con el terminal subvencionado estará entre los 200 y 400 dólares, según región (entre 155 y 310 euros, al cambio). Pero en cuanto al precio libre, sólo hay especulaciones. Durante la celebración de la IFA 2010 se habló en determinados círculos de entre 600 y 800 euros, y desde O2 Alemania aventuraron precisamente manejar un precio que oscila entre los 700 y 800 euros según versión. Pero desde Samsung sigue sin haber un comunicado oficial que despeje esta incógnita.