Hay gente más cafre que una lubina con ketchup. Eso está fuera de toda duda. Una vez nos concienciamos de ello, comprenderemos que a alguien, puestos a probar el tratamiento Gorilla Glass de la pantalla del Samsung Galaxy Tab, no se le ocurra otra cosa que liarse a tiros con el panel del tablet que le plata cara al iPad de Apple.
A balazo limpio se propuso un usuario comprobar hasta qué punto la pantalla se hace fuerte a golpes y leñazos. Y lo más interesante es que, aunque en otros casos de dispositivos con tratamiento Gorilla Glass (como el iPhone 4, por ejemplo) el panel acaba haciéndose añicos por un accidente, en este experimento el Samsung Galaxy Tab sale sano y salvo de la animalada que supone liarse a balazos. Aunque sean de aire comprimido.
Según apreciamos en el vídeo, el autor de la tropelía le mete un señor balazo a la pantalla del Samsung Galaxy Tab con una pistola de aire comprimido. No emplea balas de envergadura, ya que en ese caso no sólo quiebraría la pantalla, sino que destrozaría el tablet entero.
En su lugar, emplea lo que llamamos balas de plomillo. Son proyectiles de un diámetro diminuto, concretamente con un calibre de 0,177 milímetros. No es una bala que mate, pero sí es capaz de desgraciar a más de uno si el balazo es certero (como puede llegar a decirse).
http://www.youtube.com/watch?v=0Kt7ckZ9Xho&feature=player_embedded
El usuario que somete al Samsung Galaxy Tab a ese calvario muestra el tablet antes del examen, que tras ser disparado a una distancia bastante corta, repite el mismo aspecto, sin mostrar golpes, impactos ni arañazos por el tiroteo.
Aunque la tecnología Gorilla Glass presume de ser la más resistente para recubrir de cristal los paneles y carcasas de muchos dispositivos para darle un aspecto más elegante a móviles o tablets, la realidad es que en algunos casos no ha sido suficiente para impedir severos daños en los cacharritos (como, y ya lo hemos mencionado, el ejemplo del iPhone 4).