Lo del 3D está de moda. O viviendo una segunda juventud, gracias a la tecnología estereoscópica. Ya sabemos que Sharp intenta coger carrerilla en este campo, y su investigación en los sistemas de visión sin gafas de obturación ya está dando resultados: en la primera mitad de 2011 veremos la primera consola portátil 3D autónoma (la Nintendo 3DS) y la primera generación de móviles dotados de esta tecnología (los Sharp Galapagos). ¿Y cómo reaccionan los principales fabricantes de paneles, Samsung y LG? Evidentemente, subiéndose al tren de las tres dimensiones.
Durante el último FDP de Japón (una feria tecnológica que se celebró la semana pasada), los fabricantes coreanos sacaron músculo con sus pantallas de diodos orgánicos (paneles OLED) que pueden reproducir contenidos en tres dimensiones sin necesidad de colocarse las incómodas gafitas. En ambos caso, los fabricantes han optado por pantallas de 3,2 pulgadas, aunque las resoluciones cambian según el autor del invento.
LG, por su parte, presentó pantallas de resolución variable. Esto significa que en función de si se reproducen o no contenidos en 3D, la condensación de píxeles cambia. Si ponemos imágenes tridimensionales, dado que realmente lo que veremos son dos imágenes superpuestas, el panel pasa a tener una densidad de 320 x 360 píxeles, que en condiciones normales aumenta hasta los 360 x 640 píxeles (resolución nHD, que tan de moda están poniendo los móviles Nokia).
La propuesta de LG fue en un prototipo de prueba para que el público asistente a la cita japonesa pudiese echar un vistazo a por dónde irían los tiros de este fabricante. En cambio, Samsung llevó al FDP un móvil genérico que ya incorporaba instalado el panel 3D.
En este caso, la resolución baja hasta los 240 x 400 píxeles. La razón de que estas resoluciones en modo 3D no sean muy altas habría que buscarla en los procesadores, ya que al proyectar dos imágenes con la función estareoscópica, el consumo de recursos es mucho más exigente que en otras condiciones.