Lo que hace grande a una marca no son los móviles de ultimísima generación y apabullantes características, sino el portafolio de terminales algo más sencillos para usuarios medios. Nokia y Samsung lo saben desde lo más alto en las ventas mundiales, y la coreana LG, tercera en el ránking, también. Este LG Wink es prueba de ello. Estamos ante un dispositivo que encaja con lo que ocho de cada diez compradores de teléfonos móviles andan buscando: un dispositivo sencillo pero completo que se pueda conseguir por un precio módico.
En el caso del LG Wink, esta ecuación se completa con un coste de 100 dólares en Canadá (unos 73 euros, al cambio), donde se ha comenzado a vender. No es un móvil táctil, ni contiene las características de un mini ordenador: se trata de un móvil con teclado deslizable vertical y reducidas dimensiones, muy cómodo y discreto, con el que el usuario puede hacer uso de las funciones más básicas de un móvil, y algo más.
El LG Wink es un móvil bastante pequeñito (unas dimensiones de 99.5 x 48 x 16.4 milímetros así lo confirman) que incorpora una pantalla de dos pulgadas con resolución de 176 x 220 píxeles. Dispone además este LG Wink de una única cámara, la trasera, con calidad de 1,3 megapíxeles, y pese a lo que cabría pensar en un principio, dispone de conectividad 3G.
Además, incorpora un sintonizador de radio FM, Bluetooth e incluso memoria interna, aunque ésta se ciñe a un GB (más que suficiente para poder instalar algunos discos de música y escucharlos en su reproductor multimedia). En cualquier caso, si esa memoria se nos hiciera insuficiente, siempre podríamos recurrir a una tarjeta microSD de hasta 16 GigaBytes, compatible con este LG Wink.