Pronto, pero no inmediatamente. Así contestaron desde Google a las informaciones de Engadget, que apuntaban que la actualización de la última versión de su sistema operativo, Android 2.3 Gingerbread, estaría disponible estos días para que los usuarios de un Google Nexus One pudiese hacer la puesta al día de la plataforma en sus terminales.
Desgraciadamente, Google lo desmiente. Aunque Dios aprieta, pero no ahoga, y señala que en muy poco tiempo, los dueños de un Google Nexus One podrán proceder a la actualización por aire (el llamado sistema OTA) unas semanas después del estreno oficial de Android 2.3 Gingerbread, previsto para el 16 de diciembre con la puesta en marca del Google Nexus S en las tiendas de Estados Unidos.
A pesar de que el Nexus One, como buque insignia hasta ahora de la faceta móvil de Google en el plano de los dispositivos, era el primero en mostrar las novedades de su sistema operativo para smartphones, parece que la cosa cambiará con la llegada del Google Nexus S fabricado por Samsung.
Además, desde Mountain View no ponen una fecha fija para que la actualización OTA de Android 2.3 Gingerbread para el Nexus One, limitándose a señalar un impreciso plazo de «unas semanas» tras el estreno en el nuevo móvil de Google.
Lo que más podría inquietar a una buena parte de los usuarios basados en sistema Android es que si el Nexus One es el termómetro sobre los plazos de actualización de la plataforma de Google, esto implicaría que Android 2.3 Gingerbread tardaría en llegar a los primeros móviles (a parte del Nexus One, claro) más allá de bien entrado el mes de enero, dilatándose a lo largo del primer trimestre en buena parte del portafolio de dispositivos que, en el peor de los casos, aún no han podido hacerse con la versión anterior (Android 2.2 Froyo).