En España, sólo uno de cada cuatro usuarios se abstiene de ponerle los cuernos a su sistema operativo para móviles. Este celibato tecnológico se desprende de un estudio sobre los hábitos y gustos de los clientes de telefonía avanzada, la que se dedica a los llamados smartphones o móviles inteligentes. Según esos datos, este creciente mercado tiene como principal característica la promiscuidad a la hora de saltar de sistema operativo en sistema operativo cada vez que cambiamos de móvil. Al menos, en tres cuartas partes de los casos.
Dicho de un modo más directo, si bien antes los españoles nos decidíamos por uno u otro móvil a partir de prestaciones aisladas (como la cámara, la memoria o el diseño del dispositivo), cada vez más usuarios se plantean la compra del teléfono por el sistema operativo que incorpora. Eso sí, esta conclusión sólo se extrae de los casos en que hablamos de smartphones, que al cierre de 2010 supone un 19 por ciento del mercado de la telefonía, aunque esta cuota podría ser un 35 por ciento mayor dentro de un año, ya que ese es el margen de usuarios que aún no cuenta con un móvil inteligente que se plantearía dar el salto cuando tenga que cambiar de teléfono.
Una vez sabido que sólo un 25 por ciento de la clientela de smartphones no se plantea cambiar de plataforma, convendría conocer en qué medida ese segmento se decide por cada uno de los sistemas disponibles para móviles en la actualidad. En este sentido, las conclusiones del estudio de GfK, consultora autora de la encuesta, apunta que los usuarios de Android y iPhone son los que están más satisfechos con sus disponitivos.
De hecho, un 92 por ciento de los que llevan móviles con el sistema operativo de Google no duda en tener en cuenta la plataforma para su próximo móvil, mientras que el 88 por ciento de los que maneja un iPhone en cualquiera de sus versiones sostiene que el móvil que le continuará podría volver a tener el logo de la manzana.
