Microsoft se compró Skype. Y por un precio nada desdeñable: nada menos que 8.500 millones de dólares (poco más de 5.900 millones de euros, al cambio actual). Con la nueva adquisición, el gigante de Redmond mueve ficha en la configuración de un ecosistema que integra plataformas de sobremesa y dispositivos portátiles (móviles y tablets) cargado de funciones nativas. No obstante, ante la noticia, hubo profesionales y usuarios que se plantearon una pregunta obvia: ¿qué pasará con Android y iPhone?
Steve Ballmer, consejero delegado de Microsoft, llama a la calma. Durante la comparecencia pública que la compañía norteamericana realizó para dar a conocer la compra de Skype, Ballmer admitió que la aplicación seguirá funcionando en plataformas ajenas a los productos de la firma que lidera. Siendo así, los 170 millones de usuarios conectados a esta plataforma (en versiones de ordenador o dispositivos móviles) podrán seguir accediendo a Skype sin que la adquisición por parte de Microsoft sea un problema para ellos.
La compra de Skype sirve a los de Redmond para enriquecer sus servicios en dos líneas principalmente: móviles y plataformas de ocio. Dicho de otro modo, busca una integración total en su sistema para móviles, Windows Phone, de los servicios de la aplicación (voz sobre IP fundamentalmente, pero también mensajería instantánea, aunque para ello la casa ya tiene el que probablemente sea el cliente más popular: MSN Messenger), pero también en su videoconsola, la Xbox 360, que convertirá a su sistema de control por movimiento, Kinect, en un aliado para las videollamadas o videoconferencias.
Aunque ni Ballmer ni Tony Bates, presidente de Skype, dieron detalles sobre el futuro del servicio, se entiende que los usuarios de Windows Phone tendrán ciertos privilegios de ahora en adelante cuando se trate de recibir las primeras actualizaciones o comprobar un funcionamiento más coordinado con otros aspectos del sistema (como hace por ejemplo Google con sus aplicaciones nativas). No obstante, el futuro de Skype y Microsoft aún está por escribir (de hecho, los contactos entre ambas empresas no datan de hace demasiado tiempo, y se remontan al pasado mes de abril).
