El mercado de los dispositivos móviles se anticipa muy interesante para el inminente 2012. Y no sólo interesante: también convulso, en el sentido de que los cambios que se preveen pueden aportar mucha frescura al sector. Ya hemos mencionado que Microsoft quiere ampliar las perspectivas del mercado de tabletas con Windows 8 y su acercamiento a las plataformas de sobremesa (no sólo por el hecho de que sea un sistema híbrido, sino además por el soporte que presentaría con la arquitectura x86 y ARM).
Samsung tendrá mucho que ver en ese apartado. Pero no sólo ahí. La firma surcoreana parece que también aportará su granito de arena a la amplitud de miras con Android. Y de hecho, hemos sabido a través de SammyHub que en el próximo CES 2012 de Las Vegas (la primera feria de electrónica del año, y una de las más importantes que se celebran) podría mostrar el primer smartphone con Android 4.0 Ice Cream Sandwich y procesador Intel.
De confirmarse este dato materializándose en un dispositivo que llegue a ser presentado, Samsung completaría un recorrido con hitos marcados por su propia tecnología (expresada en los chips Hummingbird y Exynos), así como en sistemas de otros fabricantes, como NVIDIA o Texas Instruments (que provee el procesador OMAP del Samsung Galaxy Note). Sería además la primera ver que Intel desarrolla un procesador que sirva de basamento al sistema Android.
Del dispositivo en sí no se conocen datos: ni el tipo de pantalla, formato o prestaciones multimedia han trascendido, más allá del sistema operativo que correría sobre dicho smartphone (así se ha filtrado, sin dar lugar a la idea de que se trate finalmente de una tableta). Lo que sí que ha llegado a apuntarse es que la operadora norteamericana Sprint estaría en el centro de las apuestas para comerciar este dispositivo, sin que se haya dicho si se exportaría a otros mercados.