Las cosas se ponen crudas para el fabricante de los móviles BlackBerry: la canadiense RIM (Research in Motion). Y es que tras las diferentes caídas de servicio de más de un día o las pocas ventas de su tableta BlackBerry PlayBook, ahora hay que sumar el retraso de su nuevo sistema operativo móvil bautizado como BlackBerry 10.
Las primeras palabras de su co-fundador Mike Lazaridis fueron que: estaban trabajando en una plataforma móvil capaz de competir directamente con los sistema operativos más potentes de hoy día. Estos son: iOS de Apple, Windows Phone de Microsoft o Android de Google. Sin embargo, hace apenas unas semanas, el propio fundador comentaba que BlackBerry 10 se retrasaba hasta finales del próximo año 2012 por tener que esperar la llegada de unos nuevos chips con conexión 4G de bajo consumo.
Sin embargo, la polémica estaba servida. Pocos días después el portal Boy Genius Report comentaba en una publicación que las verdaderas razones de este enorme retraso -la plataforma se esperaba para el próximo mes de marzo como muy tarde-, es que todavía no tenía un sistema operativo que funcionase y, mucho menos, capaz de desbancar a ninguna plataforma. Toda esta información la conseguía el portal vía una fuente interna anónima.
Poco tardó la compañía en salir a la palestra y desmentir la publicación. Sin embargo, hay que tener en cuenta, un apunte más que ha soltado la fuente del famoso portal: “La versión 2.0 del sistema de la tableta de RIM, la BlackBerry PlayBook, llegará en febrero pero, funciones como un gestor de correo electrónico o como el famoso BlackBerry Messenger -el servicio de mensajería instantánea-, siguen sin funcionar; este sistema es un claro ejemplo de lo que se puede esperar en BlackBerry 10“.
De todas maneras, los representantes de la compañía canadiense siguen escudándose en que están esperando, como agua de mayo, la llegada de estos chips de última generación. Además, ya han comentado que no piensan lanzar ningún nuevo producto hasta que puedan posicionar en el mercado un terminal a la altura de las expectativas.