Se cazan más moscas con miel que con vinagre, que llevado al tumultuoso terreno de la telefonía móvil y las patentes puede traducirse como que más vale alianza en mano que política de prohibición y baneo indiscriminada.
Nos referimos, como puedes imaginar, al modo de proceder de Microsoft y Apple, respectivamente, en lo tocante a la reclamación por funciones y sistemas registrados en Estados Unidos -desde donde está emanando una doctrina en lo tocante a las patentes que alcanza cotas de relativo absurdo, como el que ahora nos ocupa-.
Mientras Apple se dedica a bloquear las ventas de la competencia por todo el mundo -o al menos, lo intenta-, Microsoft prefiere sellar alianzas con los fabricantes que emplean algunas de sus patentes. Ya conocemos casos como los de Samsung o HTC, pero hoy hemos sabido que la también coreana LG no está exenta de abonar una tasa a los de Redmond. La ironía es que no se trata de un pago por licencias, sino por cada móvil basado en Android que la firma asiática vende en el mundo.
De hecho, ya te contábamos en la segunda mitad de 2011 que Microsoft llegaba a ingresar más dinero por las ventas de móviles Android que por las que recibía por los terminales con Windows Phone 7. Por entonces, un 55 por ciento de los móviles comercializados en todo el mundo con el sistema operativo de Google destinaban parte de sus ventas a las arcas de Microsoft. Hoy, tras conocerse que la surcoreana LG también tendrá que pasar por la caja de Redmond, el porcentaje crece hasta el 70 por ciento del parque de dispositivos Android.
De seguir aumentando el porcentaje, y considerando que las previsiones de los principales analistas del sector auguran que Windows Phone y Android estarán a la cabeza de ecosistemas móviles de cara a los próximos tres años, la gran beneficiada en criterios financieros del sector de la telefonía inteligente sería Microsoft, a menos que Google deje de emplear las patentes a partir de las cuales Microsoft está estableciendo alianzas para evitar litigios judiciales.
