A finales del segundo trimestre del año podríamos conocer el nuevo iPhone o iPhone 5. Así lo sostienen fuentes manejadas por la agencia de noticias Reuters, que sitúan en el mes de junio la puesta de largo del terminal con el que Apple celebraría el quinto aniversario del terminal que cambió la percepción de la telefonía móvil.
Según la información a la que recurre la agencia francesa, la empresa de Cupertino rompería la anualidad de su último lanzamiento, que como recordarás se presentó y puso a la venta el pasado mes de octubre, con lo que el iPhone 4S no cubriría un ciclo completo, en comparación con los modelos anteriores. De hecho, la vigencia del iPhone 4 llegaría a situarse como la más longeva como gama alta del catálogo de la firma californiana, con casi 18 meses en lo más alto del portafolio de Apple.
Dado el hermetismo que Apple usa por bandera cuando se trata de informar sobre sus lanzamientos, es imposible ampliar esta información con cierto respaldo oficial, más allá de la posibilidad, igualmente recurrente, de referirse a fuentes internas que se niegan a ser identificadas. Siendo así, harán falta más indicios y pruebas para contar con una mayor seguridad al respecto de la posibilidad de que la puesta de largo del iPhone 5 recupere la cita de la reunión de desarrolladores como marco de presentación.
También fue la agencia Reuters la que apuntó que el nuevo iPhone contaría con una nueva pantalla que invertiría el concepto que Apple venía blandiendo con su línea de teléfonos desde 2007. Y es que, siempre según las fuentes manejadas por Reuters, el iPhone 5 tendría un panel de 4,6 pulgadas. Siendo así, abandonaría el discurso con el que defendían el formato de 3,5 pulgadas como el óptimo para móviles táctiles, aludiendo a la facilidad de uso que se le supone a un terminal con estas medidas.
No obstante, también te hemos dado pistas acerca de la posibilidad de que, siguiendo la línea continuísta que en este sentido caracteriza a Apple, el iPhone 5 mantenga el panel clásico que resistiría la tentación que la competencia emplea en forma de grandes formatos de pantalla. De una forma u otra, no es la pantalla el único punto del perfil técnico del próximo manzanófono que está generando discusiones desde el plano de la rumorología.
Así, por ejemplo, sigue sobre la mesa el debate sobre si el iPhone 5 integraría un procesador de cuatro núcleos o, como ha ocurrido con el nuevo iPad, se instalaría un chip dual-core A5x con mejoras en los procesos gráficos. Lo que sí que parece que se da por seguro es que estará preparado para conexiones de datos de cuarta generación, o LTE ””Long Term Evolution””, aunque en este caso, quedaría por saber si sería compatible con las redes europeas, al contrario de lo que ocurre con el nuevo iPad.