iPhone 5 vs Samsung Galaxy S3, prueba de resistencia

Dentro de las comparativas entre móviles inteligentes hay una que resulta especialmente interesante y dolorosa a partes iguales para los aficionados del sector: la de resistencia ante golpes, caí­das y accidentes. Este tipo de pruebas esperaba una contienda de excepción, protagonizada por los que, hoy por hoy, son los dos equipos de referencia para el mercado de móviles inteligentes: el iPhone 5 de Apple y el Samsung Galaxy S3.

En este test, realizado por los chicos de Android Authority, comprobamos cómo se comportan los gama alta de los dos principales vendedores de smartphones a tres alturas, emulando posibles situaciones en que ambos equipos pueden llegar a toparse con el frí­o y duro suelo. La primera prueba reproduce la siguiente situación: nos llaman por teléfono, recibimos un mensaje o advertimos una notificación, ante lo que reaccionamos sacando el terminal del bolsillo, pero se nos escurre de las manos y, vaya por dios, el móvil se da de bruces contra el firme. Ante esto, el iPhone 5 ofrece unas marcas en el biselado que circunda el dispositivo que evidencia claramente el porrazo. Por su parte, en esta situación, el Samsung Galaxy S3 sale indemne del accidente, sin mostrar heridas tras precipitarse contra el firme.

Distinta suerte correrán ambos en el siguiente peldaño del análisis. Ahora, los equipos se las verán a una mayor altura. En concreto, más o menos alineados con el pecho del examinador. Este tipo de situaciones son especialmente dadas cuando estamos consultando contenidos en pantalla, escribiendo un mensaje, viendo un ví­deo o simplemente echando un vistazo a la hora.

Una vez más, el móvil puede verse especialmente atraí­do por el suelo y darse el golpe. En tal caso, el iPhone 5 volverá a sufrir daños, presentando una dolorosí­sima muesca, de nuevo, en los margenes de aluminio del dispositivo. Pero más hiriente serán las consecuencias que este porrazo inflijan en el Samsung Galaxy S3, que presenta tras la caí­da un resquebrajamiento de la pantalla en el margen superior izquierdo.

La tercera altura llega a elevar ambos teléfonos a la oreja del usuario. Este caso es tí­pico: estamos hablando por teléfono y, bien porque alguien nos golpea accidentalmente, bien porque en un torpe movimiento se nos desliza el móvil de las manos, éste acaba precipitándose y dando con sus huesos en el suelo. Una vez nos hemos recuperado de la terrorí­fica sensación que acompaña a la caí­da gradual del dispositivo, lo recogemos y nos encontramos con lo siguiente. El iPhone 5 habrí­a recogido un nuevo recadito en los laterales de su diseño, pero la pantalla permanecerí­a intacta. Distinta suerte el Samsung Galaxy S3.

Tras un aparatoso desmontaje de seguridad ””este equipo, como su anterior modelo, están diseñados para que la tapa trasera absorba la fuerza del impacto, desprendiéndose para evitar males mayores””, el terminal mostrará una herida en el lateral cromado, y una nueva fisura que recorre la pantalla por la zona superior derecha del teléfono. No obstante, su funcionamiento seguirá siendo operativo.

Ante esto, parece que el iPhone 5 supera en este sentido la prueba, mostrando daños que, sin embargo, también recoge en caso de que reciban acciones mucho más débiles, como el simple deslizar de llaves o accesorios con el que comparta bolsillo: y es que ya te hemos contado que este teléfono resulta especialmente sensible a arañazos. Ante esto, parece que Apple ha acabado dando una de cal y otra de arena en lo que a resistencia se refiere.

http://www.youtube.com/watch?v=6M5q5TRuAsY